Madrid - Publicado el
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El derramamiento de Sangre del Señor en la Cruz es el impulso para que otros sigan sus huellas. Por ejemplo el Santos que recordamos en este día: San Marcos Chong y compañeros mártires coreanos. Había nacido en Corea en 1794. Procedía de familia noble muy bien posicionada. Él estaba imbuido de las cosas culturales de aquellas tierras.
Por ser un hombre de grandes posibilidades estudió magisterio y se casó. Poco después enviudó sin tener hijos. Un día asiste al martirio de dos sacerdotes. Este hecho le causa una honda impresión. De esto se sirve la Providencia para que sienta la cercanía de Dios. Su curiosidad por el cristianismo se torna en interés.
Leyendo algunos libros de espiritualidad se siente tocado a seguir a Cristo y se convierte. En ese periodo de reflexión descubre que la religión católica sigue a Cristo Camino, Verdad y Vida. “Creía yo que un creyente jamás podría ser un hombre de bien, por el contrario, veo que, para llegar a ser un verdadero hombre de bien, es necesario ser cristiano” dijo nada más abrazar a Dios.
Una vez bautizado hizo una opción especial por el Señor. Se casó y su mujer hizo esta misma consagración. Adoptaron a un hijo al que educaron en la Fe. Dada su capacidad de transmitir los valores de la Iglesia fue el principal catequista de Seúl. Siempre fue desprendido. Todo lo que tenía lo empleaba en bien de los huérfanos. Corren momentos de persecución y él será detenido.
Fueron conocidas por todos sus ayudas a los cristianos para que huyesen de esas tierras. Los captores quieren que delate a los cristianos que hay allí. Él se limita a dar los nombres de quienes han sufrido ya el martirio y pide morir como ellos. San Marcos Chong será martirizado en el año 1866. Con él morirán otro grupo de cristianos.