Publicado el
2 min lectura
Los Misterios de la Salvación muestran lo que es el Amor de Dios que se da totalmente por el hombre. Hoy empezamos el Adviento, Tiempo Litúrgico que comenzaba ayer por la tarde con las I Vísperas, y que nos prepara a la Navidad. Tres pilares fundamentales resuenan en la Liturgia de estas semanas: La Virgen María, a quien celebraremos como Inmaculada Concepción, Prototipo del creyente que espera la Llegada del Salvador.
A Ella se unen el Profeta Isaías que invita a preparar los Caminos del Señor, algo que se lee también en este periodo aplicado a la esperanza de la era mesiánica, así como Juan Bautista, el Precursor, que se muestra como la voz que grita en el desierto y que ha recibido la misión de preparar un pueblo bien dispuesto ante la Llegada del Esperado. El color litúrgico hasta el 25 de diciembre, es morado, invitando a la preparación para el Nacimiento del Redentor.
Continuamente la Iglesia repite: “¡Ven Señor Jesús! Así recuerda la Venida Histórica de Cristo que tuvo lugar en Belén, además de su Venida cada vez que el hacemos presente en el Altar, y su Venida Gloriosa al final de los tiempos. El origen del Adviento se remonta al siglo IV. Su origen etimológico viene del latín y significa advenimiento en recuerdo de las tres Venidas del Señor: Una es la histórica en Belén que recordaremos el 25 de diciembre.
La Segunda es la Venida al final de lso tiempos. La tercera es la Venida cada día desde la Sagrada Eucaristía cuando le hacemos presente. La historia nos lleva hasta el Concilio de Zaragoza, concretamente el año 380 quien propone unos días de privaciones desde el día 17 de diciembre para rememorar el Nacimiento de Cristo, invitando a los fieles a asistir a las celebraciones entre el día 17 de diciembre y el 6 de enero.
De la misma forma, San Gregorio de Tours y San Hilario de Poitiers hablaron de un Tiempo que abarcase desde finales de noviembre hasta Navidad para adentrarse en la Salvación que se aproxima.también en esta jornada conmemoramos a Santa Catalina Labouré religiosa Hija de la caridad que vio a la Virgen Inmaculada de la Medalla Milagrosa cuya Advocación recordábamos ayer.