El Bautismo de Jesús: la presentación de Cristo en la vida pública
El Bautismo de Jesús supuso el comienzo de su vida pública. Para nosotros, borrar el pecado original y ser miembros de la Iglesia
Madrid - Publicado el
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Decir que la Navidad termina hoy es real. Pero su prolongación en el tiempo bien puede llevarse hasta el 2 de febrero, Fiesta de la Presentación del Señor. En medio de este contexto se sitúa el Santo de hoy, San Hilario de Poitiers, que tuvo mucha parte en la exposición en sus escritos de la Doctrina de la Santísima Trinidad. La que se manifiesta en este día del Bautismo del Señor.
Tal y como cuenta el Evangelio, cuando Jesús culmina su vida oculta a los 30 años, marcha al Jordán donde será bautizado por Juan Bautista. Este Bautismo es preparación para la venida del Mesías y su Salvación sobre el género humano. Este signo es prefiguración del Bautismo Sacramental que instituirá Cristo antes de subir a los Cielos, y que tendrá el poder de borrar el pecado original con el que todos nacemos, devolviéndonos la Gracia para ser hijos de Dios y miembros de la Iglesia.
Por eso, este agua no era para quitar el pecado sino para invitar a a la preparación del camino del Señor. De al misma forma el hecho de que Jesucristo se bautice no es porque necesite conversión, sino para presentarse públicamente en el inicio de su Vida Pública. Tal y como recuerdan los evangelistas, cuando el Señor sale del río, después de echar agua sobre su cabeza el Bautista, los Cielos se abren y baja el Espíritu Santo en forma de Paloma, aleteando sobre Cristo, mientras desde una nube se oye la voz del Padre, que se complace en su Hijo Amado.
Tras el 25 de diciembre en que un Niño se nos ha dado adorado por los pastores y gente de Belén, el 6 de enero tenemos la Epifanía por la que la Salvación se manifiesta a todos los hombres, simbolizados en los Magos que acuden al Portal. En el Bautismo se manifiesta el Dios adulto, Segunda Persona de la Trinidad, junto al que también se muestran el Padre y el Espíritu Santo. Por fin la siguiente manifestación en este periodo es las Bodas de Caná porque la convertir el agua en vino como dice San Juan muestra su poder de hacer milagros.