SANTORAL 8 DIC
La Inmaculada Concepción: ¡Gracias por tu 'sí', Madre!
La devoción por la Inmaculada llevó a su promulgación como dogma. Mucho tuvimos que ver los españoles: es nuestra patrona.
Madrid - Publicado el
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Dentro del Tiempo de Adviento hay tres figuras que invitan a una preparación especial de la Navidad. Uno es el profeta Isaías, que invita a Preparar el Camino del Señor, Voz que grita en el desierto ya siglos atrás. Otra es Juan Bautista, Precursor de Cristo que se hace eco de las palabras de Isaías. Y la más importante es la Virgen María en quien se cumplen las Escrituras al estar unida a su Hijo.
A Ella se le otorga ese puesto especial con la Solemnidad de este día, que es la Inmaculada Concepción. Tal y como definió el Papa San Pío IX en 1854 la Virgen María fue preservada de toda mancha de pecado desde el primer instante de su Concepción. Así se había vivido desde el sentir del pueblo fiel siglos atrás. Pero la historia nos hace retroceder mucho antes, al momento de la expulsión del Paraíso de Adán y Eva, cuando Dios dice a la serpiente que establece enemistad entre ella y la Mujer, la que le aplastará la cabeza cuando el reptil le hiriese en el talón.
En el Nuevo Testamento el Arcángel San Gabriel en la Anunciación le saluda como “Llena de Gracia”. En el siglo XIII, en la Escolástica, la forma de pensamiento más valorada en aquel tiempo, surgieron San Alberto Magno y el gran Santo Tomás de Aquino, entre otros. Allí estaba también Duns Scoto, franciscano, quien profundizó en el Misterio de la Inmaculada para dejar escrito en los registros de la historia que Dios por su poder quiso que su Madre estuviese limpia de toda culpa.
Sixto IV en 1483 extiende esta Devoción. Y con todos estos elementos, el pueblo cristiano va a defender más insistentemente esta Verdad hasta su Proclamación como Dogma de Fe en el siglo XIX. Aquí tiene un protagonismo especial el fervor de España por lo que la Inmaculada Concepción es Patrona de nuestro país junto con el Apóstol Santiago y tal día como hoy en las misas y celebraciones litúrgicas de todo el territorio español se usa el color azul celeste en honor a María Inmaculada. También el Papa conserva una tradición del siglo pasado en el que visita el monumento a la Inmaculada en la Plaza de España de Roma donde hace una ofrenda floral conmemorando este Patronazgo.