Nuestra Señora del Carmen, Estrella y Mar

El eje del verano pasa por dos festividades marianas: El Carmen y La Asunción. Hoy XV Domingo del Tiempo Ordinario, celebramos a Nuestra Señora, La Virgen del Carmen. La prefiguración de esta Advocación surge en el Primer Libro de los Reyes, en la Sagrada Escritura cuando Elías hace salir a su criado de la cueva y a la séptima vez divisa una nubecilla que sube del amr al Cielo, pequeña como la palma de la mano.

Desde ese momento los Carmelitas se establecen en el Santo Monte Carmelo con una particular devoción a María. Posteriormente en el siglo XIII, la Virgen del Carmen se apareció a San Simón Stock, haciéndole la promesa de asistencia en el momento de la muerte, y de salvación a quienes llevasen impuesto el Santo Escapulario, cumpliendo lo que se pide. También prometió a quienes fuesen al Purgatorio que Ella misma les llevaría al Cielo el sábado siguiente después de su muerte.

Por eso desde los primeros siglos, los carmelitas quisieron una festividad en honor de la Virgen que fuese como un Preámbulo al Misterio de Santa María Asunta en Cuerpo y Alma a los Cielos, encontrándolo en este Título tan Singular y entrañable. Eligieron, por eso, el 16 de julio porque es la fecha en la que, según la tradición, se da esta visión. No obstante la vivencia de esta devoción no se fijó hasta finales del siglo XVI.

Los Papas también la propagaron diciendo que este objeto bendito contribuía a que María nos uniese más a la Pascua del Señor como Corredentora. La Viergen del Carmen es Patrona de las gentes del mar. Y es que San Simó le puso el Título “Estrella del mar”, apoyándose en la visión del Profeta del Antiguo Testamento. Por eso como cada año, en esta Jornada se celebra el Apostolado del Mar. En 2023 el lema es “Dan mucho, merecen más”.