Nuestra Señora de las Nieves, La Virgen Blanca
Madrid - Publicado el
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La presencia de María en la Vida de la Iglesia se nota por sus múltiples Títulos, surgidos a raíz de todos sus Misterios, entroncados en la Historia de la Salvación. Hoy celebramos la Dedicación de la Basílica de Santa María, que refrenda la Definición Dogmática de la Maternidad Divina de la Virgen. Tras el Concilio de Éfeso el año 431, en que se proclamó el Dogma de María, Madre de Dios, el Papa Sixto III, levantó en el Monte Esquilino una Basílica en honor de la Virgen.
Con el tiempo, esta Iglesia, que es el Templo Mariano más grande en todo Occidente, se llamaría Santa María La Mayor. Sobre cómo se origina este Lugar, cuenta precisamente la historia que, en tiempos del Papa Liberio, había una familia muy rica en la Ciudad Eterna, al tiempo que caritativa, por lo que nunca faltaba ayuda de su parte, a los necesitados. No tenían hijos y querian dar salida a sus riquezas para evitar despilfarros.
En un supremo gesto de amor a la Virgen le pidieron cuál sería la mejor forma de emplear ese dinero, que ellos consideraban Don de Dios. Su oración fue sencilla y generosa por lo que fue escuchada. Pronto encontraron la respuesta al tener por separado la visión donde la Reina de los Cielos les pedía que construyesen una Iglesia en su honor donde Ella misma les indicase. Algo similar vio el propio Pontífice.
Entonces el Papa organiza una Procesión hacia el lugar indicado por la Señora -el Monte Esquilino, según la tradición como hemos destacado antes-, encontrándole nevado en pleno mes de agosto, en que por estación climatológica, era imposible este fenómeno. El milagro saltaba a la vista. Por ello, le ponen Nuestra Señora, La Virgen de las Nieves. En este Recinto Sacro, se conserva también un trozo de la Cuna de Belén.