Nuestra Señora de Loreto: compañía y protectora de los pilotos

Siempre hay en el árbol una savia que alimenta a todas sus ramas para que puedan florecer. Ella riega toda la planta. En el caso de los Santos, la abundancia de advocaciones marianas estos días son como un derivado de la savia que es la Inmaculada Concepción que celebrábamos este sábado y de la que parten conmemoraciones como la de hoy, en este caso, Nuestra Señora la Virgen de Loreto.

El Santuario de Loreto goza de gran importancia en la geografía italiana, y en lo que es la religiosidad popular y el fervor del cristiano de Italia. Hablar de este sitio es recordar a la Virgen en su Hogar de Nazareth. Allí tuvieron lugar grandes momentos de la Historia de la Salvación. Un claro ejemplo es cuando María está en su casa y una luz le ilumina cuando, de pronto, aparece el Arcángel San Gabriel para saludarla y titularla "Llena de Gracia". Ahí se fragua la recreación del ser humano con la Encarnación en que nuestra Madre da su “sí” para ser la Madre del Redentor.

En ese lugar se establecieron Jesús, José y María cuando volvieron de Egipto. Ahí permaneció el Señor 30 años en lo que se llama su Vida oculta hasta comenzó su Ministerio de predicar y dar la vida por todos. Y según la tradición, en la noche que transcurría del 9 al 10 de diciembre del año 1294, la casita es transportada milagrosamente a Italia. La Basílica que se edificó, vio puesta su primera piedra en 1469, ampliándose con el paso de los tiempos. Actualmente sigue siendo un gran foco de peregrinación, con especial incidencia en los jóvenes y en las familias. Santa María de Loreto es Patrona del ejército del aire y el personal de aviación. Su representación es sobre una casa pequeña con el Niño Jesús en sus brazos.