San León IX, Pontífice de unidad

El Cirio Pascual simboliza a Cristo Resucitado que nos ilumina con su Luz y nos da Vida y Fortaleza. Hoy celebramos a al Papa San León IX, hijo de los Condes de La Alsacia, que nació el año 1002. Él impulsó la revitalización de la Grey, poniendo en marcha muchas iniciativas en bien de las almas. Sus estudios los realiza en la Escuela Episcopal de Toul, Diócesis de la que será Obispo con una edad muy temprana.

Conocido por su gran bondad, quiso ser un celoso pastor de las almas, promoviendo las reformas que se habían impulsado desde el Monasterio Benedictino de Cluny. Entre sus logros destacan el trato fraterno con los Prelados de los lugares vecinos, el cuidado de los estudios eclesiásticos para una auténtica formación de los futuros pastores y la relación exquisita con todas las Órdenes Religiosas.

Elegido Pontífice de la Iglesia Universal, escoge el nombre de Pío IX y toma como colaboradores cercanos a Hugo de Cluny –alma de la reforma cluniacense-, Halinard –Arzobispo de Lyón- y a San Pedro Damiani. A partir del año 1049, impulsa una revitalización en la Comunidad Eclesial con Sínodos y recorriendo Francia, Alemania o la propia Italia. Y es que en el fondo latía su Amor por la Iglesia de Dios.

Así corrige todo tipo de dificultades que existían, cuando muchos sectores eclesiásticos se centran en los asuntos temporales, olvidando su verdadero cometido espiritual. No faltaron, tampoco, problemas en su Papado como es el cisma entre Oriente y Occidente, ruptura consumada en julio del año 1054, tres meses después de morir el Pontífice cuyos esfuerzos por impedirlo fueron en vano. Pero eso no fue obstáculo para que el nombre del Papa León IX fuese inscrito en el Cielo.