Santoral

San Marcelo, soldado de Cristo

Los Santos tiene la fortaleza de Dios para llegar a adar la vida si e snecesario porque todo lo pueden en Aquel que les conforta. Hoy recordamos a San Marcelo. Su historia se centra en tono a la ciudad de León. Perteneciente a la Legión VII, su proceso se desarrolló entre España ante el gobernador Fortunato, y en Tánger, ante el Prefecto Aureliano Agricolano. Desde Hispania, remitieron a Agricolano un informe donde trataron de loco al centurión.

El motivo era haber renunciado a su condición de pagano, tirando su emblema de capitán romano ante las tropas imperiales para escándalo de todos ellos. Pero él no por eso se echa atrás ni renuncia a lo que es: un cristiano. Así es como Marcelo declara su Fe en el Señor Jesús, alegando que en la milicia de Cristo es en el único ejército donde él quiere estar. Cuando llega a Tánger es juzgado, pidiéndole que renuncie a lo que Roma llama superstición.

Sin embargoél se reafirmará en el servicio al Dios de Jesucristo, el Único Dios Verdadero. Ningunos de sus jueces lo consiguen, ni cuando le hacen promesas de bienes y riquezas materiales. Viendo que no abandona sus postulados ni tan siquiera con las amenazas, es condenado a morir decapitado, dando testimonio de su condición de operario del Reino de los Cielos con su propia sangre.

De esta forma, pasa a formar parte del blanco ejército de los mártires que han lavado sus mantos, blanqueándolos en la Sangre del Cordero, como señala San Juan en el Libro del Apocalipsis y que leemos estos días en la Santa Misa. Bien podría decir con el Apóstol San Pablo: “Nosotros predicamos a Cristo, y éste Crucificado, escándalo para los judíos y necedad para los gentiles…Dios me libre de gloriarme si no es en la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo”.


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