San Pedro Poveda, sacerdote mártir de Cristo
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Recuerda el Señor en el Evangelio que “cuando terminemos cuanto hemos hecho hemos de decir que somos unos pobres siervos que simplemente han hecho lo que tenía”. Hoy celebramos a San Pedro Poveda, humilde trabajador en la Viña del Señor. Nace en una familia muy cristiana el año 1874 y es el mayor de seis hermanos. Esa profundidad le lleva a descubrir su vocación sacerdotal ingresando en el Seminario jiennense.
Por entonces una beca de un benefactor le lleva a la Diócesis de Guadix donde se ordenará Sacerdote. Ya había cursado los estudios eclesiásticos con los civiles, por lo que es un gran catequista y educador entre todos los fieles con una gran hondura social. Su preocupación son los niños y familias pobres que vivían inmersos en las Cuevas de Guadix. A ellos se dedica por completo y funda las benéficas Escuelas del Sagrado Corazón.
Un día es destinado como Rector de Covadonga en Asturias a donde irá en clave de obediencia, echando de menos las Cuevas, pero entendiendo que era lo que Dios le pedía. Allí establece un diálogo de educación cristiana, pedagogía y ámbito educativo social con algunas estudiantes universitarias. Con ellas dará los pasos para fundar la Institución Teresiana dedicada a la enseñanza estableciendo esa pedagogía que necesitaban los futuros estudiantes.
. Su labor la culminará en Madrid ya que es destinado a ser Capellán de la Casa Real. También funda la Federación de Amigos de la Enseñanza. El ambiente se torna de persecución a la Fe, pero él sigue su apostolado hasta que es detenido y asesinado. San Pedr
o Poveda es fusilado tras declararse un “humilde Sacerdote de Cristo.