El Santo de hoy: San Vicente diácono y mártir de la Palabra de Dios

En el recién vivido Ciclo de Navidad, hemos recordado el Prólogo según San Juan en el que el evangelista habla sobre la Palabra que existía en el Principio y que era Dios. Por medio de Ella se hizo todo. Hoy, precisamente, celebramos el Domingo de la Palabra de Dios. Esta jornada fue instituida por el Papa Francisco. El 30 de septiembre de 2019 el Pontífice hizo pública la Carta Apóstólica en forma de Motu Proprio “Aperuit Illis”.

Lo hizo coincidiendo con la festividad de San Jerónimo, traductor de las Sagradas Escrituras del hebreo al latín. El Santo Padre toma como punto de partida el Evangelio según San Lucas en el capítulo 24. Ahí el Señor Resucitado abre el entendimiento a los Once para que comprendan las Viejas Profecías que se recogen en la Biblia. La fecha que se propuso fue cada tercer Domingo del Tiempo Ordinario, porque entra dentro del Octavario por la Unidad de los Cristianos y tiene su sentido ecuménico.

A la vez se subrayó que se proponía “no reflexionar la Palabra una vez al año, sino una vez para todo el año”. Igualmente se centra en la Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II “Dei Verbum” y la Exhortación Apostólica “Verbum Domini” del Papa fallecido Benedicto XVI como fruto de la Asamblea del Sínodo de los Obispos de 2008 con el tema “La Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia”.

El Pontífice pide que en la Celebración Litúrgica de este Domingo se ponga en un lugar destacado el leccionario de la Palabra de Dios. En Ella profundizó San Vicente que conmemoramos hoy y que fue el mártir más antiguo en Hispania. Interrogado por su condición de cristiano es azotado y llevado a la cárcel donde le pondrán instrumentos punzantes que terminarán por acabar con su vida. Arrojado al mar, sus reliquias aparecen a la orilla siendo recogidas por una mujer cristiana que le da la Sepultura debida.