El Santo de hoy: Santa Adelaida, emperatriz servidora

Estamos en la III Semana de Adviento, donde al acercarse los días del Nacimiento del Salvador, San Pablo nos recuerda con gozo en la Carta del pasado domingo cómo el Señor está cada día más cerca. Y hoy día 16 de diciembre, la Iglesia nos propone a Santa Alicia, gran ejemplo de entrega, servicio y esperanza. Son tiempos donde es importante mostrar la Fe y el testimonio de ser luz en medio del mundo.

Casada con el rey Lotario de Italia, pasa por una serie de calamidades y dificultades de las cuales Dios sacará bienes a pesar de los males aparentes. Realmente “el hombre propone y Dios dispone”. Cuando enviuda, casando de segundas nupcias y asumiendo la regencia, sufre grandes incomprensiones y destierros. Todo esto se traduce en que frente a su bondad que destila madera de Santa, hay súbditos y personas del entorno familiar que viven de las intrigas, las envidias y las calumnias.

En medio de todo esto, retoma el reinado en tiempos de Otón III. Su forma de ejercer el poder es sirviendo tal y como pide el Evangelio cuando el Señor recuerda a los discípulos que los jefes de las naciones tiranizan a sus vasallos y los más grandes les oprimen, pero que ellos deben aprender del Hijo del Hombre que no ha venido a ser servido sino a servir y entregar su vida en rescate por muchos”.

Todos, especialmente los necesitados, se verán beneficiados de su caridad, alimentada por su espíritu de oración y mortificación. De esta forma, expía los pecados de sus súbditos y de todo el pueblo. Cuando se le presentan ocasiones de justicia, para evitar venganzas. Lucha en bien de la extensión de la Iglesia y la Buena Nueva de Salvación, fomentando la construcción de templos y lugares de culto en Magdeburgo. Santa Alicia muere en Salces (Alsacia) en el año 999.