SANTO 14 ABRIL
Santa Luz Divina: prueba de la fuerza de la Pascua
Hoy, III Domingo de Pascua, es Santa Luz Divina.
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El Misterio del Señor que muere y resucita, se manifiesta en sus almas buenas, las que le siguen hasta encontrarse con Él. Hoy, III Domingo de Pascua, seguimos contemplando diversos Pasajes del Evangelio que muestran al Señor Resucitado. En este Domingo los discípulos no dan crédito al ver al Maestro que Vive. Él les muestra las manos y los pies con sus llagas y termina comiendo delante de ellos para mostrarles que no es un mero espíritu, sino que tien un Cuerpo Real y Glorioso.
Hoy también celebramos a Santa Liduvina. Nace en una casa pobre cerca de La Haya, hacia 1380. Cuando su padre intentó buscarle pretendientes, ella alegó su consagración a Dios. A los quince años, mientras juega con unas amigas, sufre un accidente cayendo al Lago Schie. A partir de entonces comienza a ser probada por la Providencia Divina que permite multitud de consecuencias que le pasan a causa del golpe.
A ello se le unen diversidad de males y dolencias que asolan Europa, por aquellos tiempos. Sólo la Fe le sostenía en medio de tantas dificultades, demostrando un gran deseo por luchar y vivir. Su organismo era incapaz de ingerir muchos alimentos y tanto sufrimiento le impedía descansar. A tanta dificultad se unía el abandono que sentía por parte de los demás porque casi nadie se preocupaba de ella.
Así sintió la cercanía a Cristo Crucificado y Abandonado como su refugio y estímulo. Su vida fue poco a poco profundizando en este Misterio para el que el Cielo le había destinado como el modo de santificarse durante su paso por la tierra. Una tierra que se encontraba salpicada por las divisiones dentro de la Comunidad Eclesial, por el Cisma de Avignón, situación que a ella le dolió mucho. Después de sufrir intensamente en vida, Santa Luz Divina muere el 14 de abril del año 1433.