Resurrección del Señor
María Magdalena, María de Salomé y María la de Santiago observan cómo la piedra ha sido corrida y que el Sepulcro está vacío: "¡Ha resucitado!"
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Hay celebraciones que se esperan con bastante ansía como pasa en este día. Y es que hoy es Domingo de Pascua. Al Alborear del Primer día de la semana, María Magdalena, María de Salomé y María la de Santiago, iban tristes hacia el Sepulcro al tiempo que buscaban alguien que les ayudase a correr la losa. Pero al llegar se encuentran que la piedra ha sido corrida y que el Sepulcro está vacío. “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? ¡El Señor ha Resucitado!”.
Así les anuncia el Ángel la Feliz Noticia. Incluso les manda que vayan a Galilea y así se lo encarguen a los discípulos. El propio Señor Resucitado se les aparecerá por espacio de cuarenta días hasta llegar a la Ascensión a los Cielos. Nuestra Pascua Inmolada ¡Aleluya!¡Es Cristo el Señor! ¡Aleluya!¡Aleluya!¡Pascua Sagrada, oh noche bautismal!¡Del seno de las aguas renacemos al Señor!¡Pascua Sagrada, eterna novedad!¡Dejad al hombre viejo!¡Revestíos del Señor!¡La muerte derrotada ha perdido su aguijón!¡Vivamos la alegría dada luz en el dolor!
El santoral de hoy, Domingo de Resurrección
De esta forma tenía que cumplirse para bien del género humano y salvación de todos. Todo esto ha venido refrendado la pasada tarde por la Vigilia Pascual que es la Celebración de celebraciones. En la Primera Parte con el Rito del Lucernario se ha encendido para entronizar el Cirio, Símbolo de Cristo Muerto y Resucitado. En la Primera parte se han leído siete lecturas del Antiguo Testamento relacionadas con la Redención en cada uno de los momentos de la Vida del Señor.
Posteriormente se ha hecho la renovación de las promesas bautismales en recuerdo de nuestro Bautismo que simboliza a Cristo quien muriendo nos sepulta del pecado y con el vigor del Agua nos da la Vida Eterna. Durante todos estos ochos primeros días, se celebra la Octava de Pascua, hasta el próximo Domingo 11, porque al ser la Fiesta más importante en el calendario cristiano, toda la semana se vive como si fuese el propio Domingo de Resurrección.