San Alonso Rodríguez

El corazón de España, tierra que vio nacer o vivir en una etapa de su vida a místicos como San Juan de la Cruz o Teresa de Jesús, conserva la impronta de la Fe en el más puro corazón castellano. Hoy, Domingo XXXI del Tiempo Ordinario, es la festividad de San Alonso Rodríguez, que conserva esta raíz espiritual y humana. Nacido en Segovia, el año 1533, es el segundo de once hijos, en el seno de una familia dedicada al comercio de paños.

La vida espiritual siempre estuvo dentro del hogar. Aunque su juventud se encontró muy vinculada a la Compañía de Jesús, a la muerte de su padre, retoma el negocio familiar, con resultados muy precarios. Seguramente la Providencia le guiaba hacia otro camino para alcanzar la perfección y la santificación. Es el momento de la prueba. Y es que en esta misma tónica, se desposa con María Juárez con la que tiene dos hijos pero, sucesivamente, mueren los tres, quedándose sólo.

Lo que es una desgracia muestra una vez más lo que Dios tiene dispuesto para quienes le aman. Así surge su deseo de profundizar en la vida interior y un mayor trato con el Señor. Puesto manos a la obra, logra repartir sus bienes entre todos sus hermanos, despojándose toda riqueza material, e intentando ingresar en la Compañía de Jesús. Pero las dificultades vuelven cuando se encuentra con su precaria salud y su avanzada edad para acceder a los jesuitas.

Cada intento es en vano y sus aspiraciones parecen cada vez más imposibles. Por fin, es admitido en el colegio Monte Sión donde prestará su servicio como portero durante cuarenta años, siendo un modelo de entrega y fidelidad al Señor. San Alonso Rodríguez muere en Palma de Mallorca en el año 1617. Es canonizado por el Papa León XIII.