Domingo de Ramos, Pórtico del Misterio Pascual
Después de cuarenta días de preparación entramos en la celebración anual de los acontecimientos centrales de nuestra Fe
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Toda gran acción tiene su preámbulo. Y en las cosas de Dios sucede lo mismo. El Señor para prepararse a su misión ayuna sus cuarenta días con su cuarenta noches. Y cuando va a elegir a los Doce de entre sus discípulos se pasa la noche en oración. Hoy es Domingo de Ramos, jornada con la que se abre la Semana Santa y en la que la Providencia prepara el camino para la Pascua definitiva.
El santoral de hoy, 28 de marzo y Domingo de Ramos
Después de cuarenta días de preparación hoy entramos en la celebración anual de los acontecimientos centrales de nuestra Fe, Misterios que comenzaron con la Solemne Entrada de Cristo en Jerusalén. Tal y como nos recuerda el Evangelio, cuando se aproximaban a la Ciudad Santa, el Señor envió dos de sus discípulos por delante, para que le trajesen un pollino. Cuando se lo trajeron echaron encima sus mantos los discípulos y las gentes alfombraban el camino, cogiendo también ramos.
Así aclamaban al Hijo de David. “¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor!”. “¡Hosanna en las Alturas!”. Levántate Sión. Mira a tu Rey que viene justo y victorioso cabalgando en un asno, en un pollino de borrica. Vendrá y nos salvará porque Él trae el desquite. En la Liturgia de este día tiene lugar la Bendición de Ramos y la lectura del Evangelio de la Entrada en Jerusalén, empezando así la Procesión de entrada a la Misa, dentro de la cual se leerá el relato de la Pasión según San Marcos, cuyo Evangelio se lee en el Año B, Ciclo Litúrgico en el que estamos.
Todo ello depende de la herencia de la Iglesia Madre de Jerusalén en honor de la cual se lee la Entrada. Por su parte, la Iglesia de Roma siempre prescribía en su Liturgia que el nombre completo es Domingo de Ramos en la Pasión del Señor por lo que había que leer el Pasaje de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.