Santos Faustino y Jovita

Bondadosos hasta derramar la sangre por Cristo, desafiaron al poder mundano en momentos cruciales para la vida de los creyentes

Santos Faustino y Jovita

Redacción Religión Jesús Luis Sacristán

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La predicación del Evangelio requiere enseñar y expandir la semilla de la Palabra a tiempo y a destiempo, aunque fuese contra corriente. Hoy celebramos a los hermanos Faustino y Jovita, que desafiaron al poder mundano en momentos cruciales para la vida de los creyentes en Cristo. Ambos son varones a pesar de que el segundo nombre pueda sonar a confusión, y nacidos en Brescia (Lombardía).

El santoral de hoy, lunes 15 de febrero

El Obispo de su tierra natal, de nombre Apolonio, ordenará al primero sacerdote y al segundo diácono. Desde este momento, los dos sienten cómo aumenta su amor por Dios. La bondad que derraman les hace tan queridos que hasta los paganos acuden a ellos en busca de la verdad que ya no les dan los falsos dioses. Mientras, el emperador Adriano respira amenazas contra los cristianos, y entre los denunciados se encuentran estos dos santos.

Los cargos que presentaban contra ellos era que ejercían la magia, embaucando al pueblo para que adorase a Cristo. Obligados a reconsiderar su situación, ambos deciden seguir la senda cristiana. Adriano, decreta su muerte, pero antes cuenta la historia que fueron llevados a diversas ciudades, donde en plan burlesco les pedían que hiciesen algún prodigio.

En requerimiento a su petición, destruyeron milagrosamente las estatuas de los ídolos. Con todo esto lograron la conversión de muchos que les escuchaban. Enfurecido, el tirano pide que sean ajusticiados. Entre tantos suplicios, fueron llevados al circo para ser devorados por las fieras, pero los animales se comieron al delator que había bajado furioso para atraer a las alimañas hacia Faustino y Jovita. Finalmente son decapitados en Cremona en el año 122.

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