San Jacobo Berthieu
Misionero y mártir, fue uno de los vencedores con Cristo en medio de las duras batallas, incluido el martirio. Nació en Francia en el año 1838
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El fuego de un carisma dentro de la Iglesia entra en la persona como una impronta que empuja al que lo recibe, a llegar a dar la vida si es necesario. Hoy la Iglesia nos presenta a San Jacobo Berthieu, uno de los vencedores con Cristo en medio de las duras batallas, incluido el martirio. Nace en Francia el año 1838.
El santoral de hoy, martes 8 de junio
Tras estudiar en el Seminario de su Diócesis natal -Saint-Flour- se ordena sacerdote y es destinado a una Parroquia. El carisma de San Ignacio de Loyola entra en su vida y se siente atraísdo por él, ingresando en los jesuitas. De esta forma se forja en un periodo de preparación espiritual, intelectual y humana. Poco después, desde la Compañía de Jesús, Jacobo Berthieu es enviado como misionero a Madagascar.
Ahí se pone a prueba su fortaleza y firmeza en la Fe. El contexto que le toca es de guerra franco-malgache, pero él no deja de anunciar con insistencia el Evangelio. Incluso insiste con más ahínco en ello, pidiendo por la paz. También ayudó a los más desfavorecidos evacuando a muchas personas que sufrían. Sabía que todo eso le ponía en el disparadero, pero no le importaba. Todo lo podía en Aquel que le confortaba, que es Cristo, como señala San Pablo en sus Cartas.
Un día es interceptado y apresado por guerrilleros que le obligan a abandonar la Fe, a lo que él se niega, alegando valientemente su fidelidad a Cristo hasta el final. Ante esto es condenado a muerte cruel, infringiéndole muchos suplicios y arrojándole después al río Maraná en el año 1896. San Jacobo Berthieu fue beatificado por el Papa San Pablo VI y canonizado por el Papa emérito Benedicto XVI en el año 2012.