San Ildefonso

Transmisor de la Devoción a María, nace a principios del siglo VII, ingresando, cuando aún era adolescente, en el Monasterio de Agalí

San Ildefonso

Redacción Religión Jesús Luis Sacristán

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La antigüedad de una comunidad eclesial le hace unas raíces más vigorosas por su tradición y su pasado que ha fortalecido esa Fe para que llegase sin ningún tipo de mengua. De ello se han encargado los Santos de todos los tiempos. Hoy celebramos a uno de ellos: San Ildefonso. Nace a principios del siglo VII, ingresando, cuando aún era adolescente, en el Monasterio de Agalí, uno de los lugares más emblemáticos en la España visigoda.

El santoral de hoy, sábado 23 de enero

Su perseverancia le entronizaría como Abad de este Convento, ubicado junto a los muros de Toledo, la Ciudad Imperial. Aquí comienza a estudiar, perfeccionando después los conocimientos en Sevilla -la Capital Hispalense-, pastoreada por San Isidoro, de quien aprendería mucho, ya que estaba muy probada la fama de sapiencia del Obispo Hispalense.

De hecho, “Las Etimologías” de San Isidoro estaban en auge y gozaban de gran prestigio entre creyentes y no creyentes, e incluso personas de otras religiones. En su regreso a Toledo el año 632, San Eladio le ordena Diácono, pero su camino no terminaría ahí. En el 659, fallece su tío San Eugenio, que había regido la Sede Primada, siendo designado Ildefonso como sucesor. Este nombramiento, tiene lugar un año después de que hubiese firmado las actas del X Concilio de Toledo como Abad de Agalí.

Siempre destacó por su profunda espiritualidad y sus escritos teológicos. Gran devoto de María, defiende en sus obras la Virginidad de la Madre de Dios, rebatiendo algunas herejías, surgidas por entonces que la negaban. Por este motivo, la Virgen se le aparece, regalándole una Casulla, bordada por Ella misma para que la usase en todas las celebraciones marianas. San Ildefonso muere el año 667 y sus reliquias reposan en la Catedral de Zamora.

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