Inmaculado Corazón de María
El origen de esta Devoción fue iniciada por San Bernardino de Siena quien acuñó el Santísimo Nombre de Jesús y el Dulce Nombre de María
Publicado el
1 min lectura
Dos corazones muy unidos siempre van al unísono. Eso pasa en la perfecta unión entre el Señor y su Santísima Madre. Precisamente por eso, si ayer celebrábamos la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, hoy conmemoramos el Inmaculado Corazón de María. El origen de esta Devoción fue iniciada por San Bernardino de Siena quien acuñó el Santísimo Nombre de Jesús y el Dulce Nombre de María.
El santoral de hoy, sábado 12 de junio
En esta Devoción se unió también el Patrono del Clero Secular Diocesano Español, San Juan de Ávila, además de San Juan Eudes. Este último forja las escuelas de Jesús y de María. En el siglo XIX el Padre Claret funda los Misioneros del Inmaculado Corazón de María, dada su devoción a la Reina de los Cielos.
Ya en el siglo XX la Virgen se aparece en Fátima a los tres pastorcillos en Ajustrell prometiendo asistencia especial a quienes se encomienden a su Inmaculado Corazón, que les muestra rodeado de espinas al recibir tantas ingratitudes de los hombres. Y a Lucía cuando le dice que sus primas partirán pronto al Cielo, a ella le deja para que colmada de años sea una fiel testigo del Corazón de María que aboga ante Dios y derrama sus gracias innumerable sobre nosotros prometiendo asistencia especial a quienes se encomienden a su Inmaculado Corazón.
Pío XII en plena Segunda Guerra Mundial hizo el acto de consagración al Inmaculado Corazón de María como la Virgen le pidió a Sor Lucía. También San Juan Pablo II hizo con los obispos en Roma en el Jubileo de los obispos el año 2000 la consagración del mundo a la Virgen. Previamente en 1984, coincidiendo con el Año Santo de la Redención se había consagrado también al Inmaculado Corazón de María.