Nuestra Señora de Guadalupe
Su aparición tuvo lugar en el siglo XVI en México. El doce de octubre de 1895 la bendita imagen de la Santísima Virgen fue coronada por decreto del Santo Padre, León XIII
Publicado el
1 min lectura
Este Tiempo de Adviento que invita a la esperanza que no defrauda porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado, nos presenta Advocaciones de la Virgen que hablan de vida esperanzada. Por ejemplo, hoy es Nuestra Señora de Guadalupe, cuya aparición tuvo lugar en el siglo XVI en México.
Diez años después de la conquista de la capital azteca, el indio Juan Diego, iba a Misa al Convento de Tlaltetolco, cuando él mismo cuenta cómo oyó un revolotear de pajarillos, iluminándose la montaña que había en aquel lugar. Al sentir una llamada, sube a la cumbre, encontrando a la Virgen rodeada del arco iris con una Luz Celestial. Sus palabras traspasaron su corazón sintiendo un profundo ardor espiritual que le aumentó más su Fe.
La Señora se le presentó como la Inmaculada Concepción, Madre del Verdadero Dios, encargándole la construcción allí de un Templo desde donde Ella protegiese a todos, mostrando su misericordia a cuanto pidiesen su amparo y protección. El Obispo al principio no creyó, pero cuando la Virgen le dio una señal con ramo de flores y una tilma, en la que apareció su Imagen.
El doce de octubre de 1895 la bendita imagen de la Santísima Virgen fue coronada por decreto del Santo Padre, León XIII, y el doce de octubre de 1945, cincuentenario de la coronación, su Santidad Pío XII en su célebre radio mensaje a los Mexicanos le aplicó el titulo de "Emperatriz de las Américas". A lo largo de los siglos, los Papas la han propuesto como Patrona y Abogada de la evangelización del Nuevo Continente. Prueba de ello son las visitas de los último Pontífices a este Santuario.