La Visitación de la Virgen María
La fiesta fue introducida en 1263 por san Buenaventura, general de la Orden Franciscana, específicamente para su práctica en esa orden mendicante
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Hoy es la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel. Es San Lucas el que nos narra en el Evangelio cómo María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, entrando en casa de Zacarías, donde saludó a su prima Isabel.
En cuanto llegó salto la criatura de gozo en el seno de Isabel ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el Fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la Madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, saltó la criatura en mi vientre. María responde a la alabanza de su prima con el cántico al Señor, el Magníficat. Precisamente en el Evangelio conclusivo según San Mateo, el Señor que asciende a los Cielos les manda a los Once: “Id y haced discípulos de todos los pueblos bautizándoles en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. Los orígenes de la Celebración se remontan a los primitivos tiempos. Desde un principio, tras el Edicto de Milán surgieron desviaciones doctrinales que negaban algún punto doctrinal.
El Santoral de hoy, lunes 31 de mayo
La Virgen acompaña a Isabel unos tres meses, fecha en la que se cumple el momento del alumbramiento y nace el Bautista. La Festividad de la Visitación es introducida por San Buenaventura. Ya que los franciscanos son una orden mendicante y, por lo tanto, itinerante, entronca bien esta celebración que se extendería después a toda la Iglesia Universal.
En sus inicios, se fijó el 2 de julio, cercana la festividad de Santa Isabel, pero después se fijó el último sábado de mayo. Y por fin, el día 31. Se quitó del mes de julio, porque en su ubicación actual se adapta a la cronología de estar entre la Anunciación y la Natividad de San Juan, entre cuyos misterios tuvo lugar la Visitación.