Santos Protomártires de Roma, blanqueados en la Sangre del Cordero

Señala el Libro del Apocalisis visión de una gran muchedumbre inmensa que nadie podría contar. Esto cristalizaría en la Solemnidad de Todos los Santos. Hoy celebramos la raíz de esta festividad: Los Santos Protomártires de la Iglesia de Roma. Porque la Iglesia dedicó el antiguo Partenón, en un principio, a los mártires primitivos. La historia se remonta al año 64. Dominando Nerón el Imperio Romano, mandó de forma discreta y sibilina prender fuego a la Capital Imperial.

Sin sospechar lo que pasó realmente se renunió todo el consejo y empezaron a difundir el rumor de que los cristianos habían prendido fuego a la ciudad. Por ese motivo, el Senado fijó una norma que no sólo prohibiese, sino que castigase con la muerte a todos aquellos que perteneciesen a esa creencia. Así comenzó a cumplirse lo que dijo el Señor: “Os echarán mano, os azotarán y os llevarán a la cárcel. Así tendréis ocasión de dar testimonio”.

Es el incio de una persecución que duraría hasta el año 313 y que se extendió por todas las provincias. Los cristianos son buscados y detenidos, muchas veces, sin juicios porque la idea que tienen es extrerminarlos cuanto antes. Muchos seguidores blanquean sus vidas en la Sangre del Cordero cuando son encontrados también los sótanos- las catacumbas- y condendos a morir en el circo, crucificados o decapitados, sufriendo multitud de tormentos antes de su ajusticiamiento.

Enterado el Emperador de que Cristo es la Luz del mundo les hace arder una vez muertos como antorchas en sus palacios. También a los pequeños les viste con piel de cordero porque Cristo se identifica con un Cordero manso, echándoselos a los perros de presa. El Martirologio Jernimiano es el primero en registrar más de 900 cristianos que mueren. La fecha que se fija es el 24 de junio. San Pío V lo incluye en el Calendario Roamno el 29 de junio. Finalmente se pone el día 30 para no coincidir con San Pedro y San Pablo.