Santos Cosme y Damián, hermanos y patronos de los médicos

La antigüedad de muchos de los Santos les hace más venerables y motivo de devoción para el pueblo fiel. Recordamos en este día a los Santos Cosme y Damián. Su vida se sitúa en torno al siglo IV y sus nombres están incluidos en el Canon Romano que es la Plegaria Eucarística I que se recoge en el Misal. Nacidos en Arabia, estos dos hermanos gemelos, estudiaron medicina en Siria. 

Su condición de cristianos, les impulsa a dedicarse a este oficio, sin cobrar nada. De esta forma siguen el mandato de Cristo cuando dice a los discípulos que den gratis lo que han recibido gratis. Muchos son los milagros que se les atribuyen a estos dos Santos. Entre ellos destaca cómo a un enfermo que tenía una pierna mala, le trasplantaron la de otro hombre que ya no vivía.

Al ser descubiertos por el Gobernador Lisias en Cilicia en su condición de cristianos, son apresados. Es el momento de la prueba definitiva y de recordar lo que le dijo el Señor a Pedro cuando le subrayó que “cuando era joven él mismo se ceñía e iba adonde quería; pero ahora que es mayor otro le ceñirá y le llevará adonde no quiera”. 

Tras ser invitados y obligados a abandonar su Fe, ellos se reafirman en el seguimiento del Señor Jesús, por lo que su fidelidad se consuma con grandes tormentos y la palma del martirio, muriendo decapitados. 

El culto a estos mártires es antiquísimo, extendiéndose rápidamente desde Siria hasta Roma. Incluso una tradición antiquísima ubica su sepulcro en Ciro (Siria). La festividad de San Cosme y San Damián es fijada en un principio el día 27 de septiembre. Con la reforma y al entrada del calendario gregoriano se pasa al día 26 tal y como lo conocemos en nuestros días.