¿Ha dejado la política de pensar en el bien común? TRECE te reta a debatir sobre “La democracia del corazón”

La política ocupa directa o indirectamente una gran parte de nuestras vidas. Estamos instalados en una política más basada en las emociones que en la razón, y fenómenos como el Brexit o el asalto al Capitolio de Estados Unidos son ejemplos del peligro del populismo. ¿Ha dejado la política de pensar en el bien común? TRECE reta a sus espectadores a meditar sobre esta pregunta este viernes, 26 de marzo, a las 22.00 horas, en la nueva entrega de “Encuentros para una nueva era”, el espacio de la cadena presentado por Jesús Avezuela, director general de la Fundación Pablo VI.

El programa, coproducido con la Fundación Pablo VI, contará en esta ocasión con Federico Trillo-Figueroa, letrado mayor del Consejo de Estado, expresidente del Congreso de los Diputados y exministro de Defensa; Ramón Jáuregui, presidente de la Fundación Euroamérica; Ignasi Guardans, consultor de políticas públicas y exdiputado de CIU; y Enrique Cocero, consultor político, Ceo y fundador de 7-50 Estrategy. Invitados de lujo que nos ayudarán a entender y a reflexionar sobre si la democracia de las emociones supone un riesgo para el propio sistema democrático.

Cada viernes, en “Encuentros para una nueva era”, se reflexionará sobre los grandes desafíos de nuestro tiempo. El programa se podrá seguir en directo en prime time en TRECE y en trecetv.es,

Y después...

Tras la charla y el coloquio en “Encuentros para una nueva era”, el espacio que aspira a ser un foro de pensamiento que sirva de inspiración, TRECE completará la noche de este viernes con la proyección de la película ganadora de tres Premios Óscar “La vida es bella”. Un clásico catalogado como una de las mejores películas de la historia del cine. Protagonizada y dirigida por Roberto Benigni. Un film que narra el ascenso del nazismo en Alemania, donde un padre debe proteger a su hijo de la barbarie más salvaje del siglo XX. Además de emocionarnos de principio a fin, esta obra nos advierte de los graves peligros que puede padecer una sociedad democrática que solo se rige por los designios del corazón.