Revive el segundo capítulo de 'Diario de un peregrino': desde Roncesvalles a Zubiri
En esta segunda etapa, Javier Escartín visita Burguete, la ciudad predilecta de verano de Hemingway, y se encuentra con el curioso avituallamiento de Laura hasta llegar a Zubiri
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Javier Escartín se pone al frente de una nueva entrega de ‘Diario de un peregrino’ de TRECE, una serie en la que recorrerá el Camino de Santiago, una experiencia única en la vida. Tras la dura etapa montañosa del capítulo anterior acabada en Roncesvalles, hoy aguarda una etapa llana con tendencia descendente con frondosos bosques alternando extensos prados con final en Zubiri.
Nada más comenzar la etapa, Javier se encuentra con una Cruz del Peregrino, que son habituales en el camino francés y son un símbolo al que oran los peregrinos de cara al tramo al largo tramo que les queda. Pronto se encontrará con los primeros peregrinos, las dos primeras peregrinas, Montse y Nuria, habituales del Camino de Santiago que cada año realizan un itinerario diferente; el francés Thomas que lleva 45 días caminando desde París y aún le quedan 30 días hasta Santiago de Compostela. Escartín atraviesa el Robledal de las Brujas que se trata de un bosque, “un lugar donde se produjeron algunos de los mayores aclares del siglo XVI, y como protección divina se instaló una Cruz de Roldán en el siglo XV que desapareció en el siglo XVIII hasta el 2016 que se volvió a instalar” asegura.
Además, relata que “el escritor y periodista Ernest Hemingway del diario ‘Toronto Stars’ llegó a Navarra con 24 años en 1923, a partir de entonces su vida quedó ligada no solo a Navarra, sino también a Burguete”. Para conocer sus raíces, busca a Iñaki del ‘Hotel Burguete’ que afirma que su hotel fue la residencia habitual del escritor tras venir de las fiestas de ‘San Fermín’ para disfrutar de la naturaleza desde 1923 hasta 1935. Pero no solo fue el lugar predilecto de verano de Hemingway, sino que encontramos la Iglesia de San Nicolás de Bari que se reconstruyó tras el incendio de 1794 y aún conserva su campana de 1612. El alcalde Joxepe Irigaray cuenta como anécdota que “en el siglo XVI fueron quemados los despojos de 6 personas frente a la Iglesia acusados de brujería por parte de la Inquisición”. También tiene un cementerio característico por su simbología y uno de los más bonitos de España.
Continuando con su camino, se encuentra con una familia que realiza su Camino de Santiago por tramos, y en este caso empiezan desde Roncesvalles; y además se encuentra con peregrinos argentinos que inician su primer día de camino tras un largo viaje en avión. Javier hace una parada en un puesto de avituallamiento en donde se encuentra Laura, su dependienta, que asegura que en estos últimos ha visto desde gente con tacones hasta peregrinos descalzos, o incluso vestidos de templarios, la gran curiosidad se encuentra en un cesto de ropa interior, “la gente empezó a dejar ropa que creía que le iba a sobrar, igualmente había gente que dejaba una prenda y cogía otra; un día una chica dejó su ropa interior y durante el camino encontró al que sería su futuro esposo, la chica lo compartió en redes sociales como una casualidad de suerte y se ha convertido finalmente en una costumbre para encontrar el amor dejando su e-mail o teléfono” afirma la dependienta.
Escartín por fin llega a Zubiri donde se encuentra en el Puente de la Rabia a Maria Eugenia, propietaria de un albergue del municipio, que cuenta que el puente que se empezó a construir en el siglo XI y relata que “la leyenda cuenta que empezando a construir el puente del pilar tuvieron problemas que no podían seguir y excavando encontraron los restos de Santa Quiteria, de modo que avisaron al obispo de Pamplona para que se la llevasen en mula en forma de procesión para enterrarla en la catedral Pamplona, pero la mula paró en Burlada y la enterraron allí, pero otras leyendas dicen que sigue aquí en Zubiri, de modo que la gente utiliza el puente para quitar la rabia a los animales por las propiedades de Santa Quiteria”. Finalmente, Maria Eugenia enseña su albergue y cuenta algunas historias de peregrinos que han pasado por su albergue a Escartín.