Diario de un peregrino: 29ª etapa, Sarria - Portomarín

En esta nueva etapa, con final en Portomarín, tenemos la oportunidad de conocer la historia del abuelo Jaime y su nieto Santi que recorren el Camino de Santiago juntos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Javier Escartín se pone al frente de una nueva entrega de ‘Diario de un peregrino’ de TRECE, una serie en la que recorrerá el Camino de Santiago, una experiencia única en la vida. En esta vigesimoctava etapa partiremos desde Sarria hasta Portomarín, en una etapa de 22 kilómetros.

Nuestro peregrino nada más iniciar la etapa se encuentra a una familia de 5 peregrinos que afrontan el Camino desde Sarria como primera etapa, el hecho es que realizar el Camino de Santiago en familia estrecha aún más los lazos con los seres queridos.

Escartín llega al albergue de Morgade donde le esperan Marisa y Pilar, este bar se creó hace 32 años por la afluencia de peregrinos que venían a la zona a descansar. Por otra parte, le enseñan la Ermita de Santa Marina que está muy cerca, allí los peregrinos tienen por costumbre dejar sus mensajes hacia seres queridos. Continuando el Camino encuentra dos peregrinos, José y Santiago, padre e hijo que aunque sea su segunda vez en el Camino ahora lo hacen juntos.

Javier llega a la parroquia de Ferreiros donde les espera José Manuel Mato, alcalde de Paradela, que explica que la parroquia es el núcleo genérico de muchos pueblos, además José Manuel apunta a que lleva desde 1979 en el cargo de alcalde. La parroquia supone el punto 100 km del Camino, lo que supone superar la barrera psicológica, de modo que ya queda menos para llegar a Santiago de Compostela. Pronto encuentra a una familia de peregrinos procedentes de Barcelona que se aventuran en modo de terapia familiar para pasar más tiempo juntos.

Siguiendo con el Camino, Escartín conoce a un vecino que decidió trasladar su tienda de pueblo para llevarla al Camino donde vende obsequios del Camino y souvenirs con motivo de la despoblación, de hecho, antes de la pandemia vendía comida coreana o helados.

Javier llega a Portomarín donde aguarda Adriano, ex alcalde del pueblo que lleva toda su vida allí a pesar del traslado del pueblo, de hecho, en las temporadas en las que baja el nivel del pantano todavía son visibles los restos de las antiguas edificaciones.

Jaime y su nieto Santi, abuelo y nieto, hicieron el Camino de Santiago y esconden una maravillosa historia, además experimentaron el milagro de la vacaloura. Ellos llevan desde 2016 haciendo el camino con alrededor de 1600 kilómetros en sus piernas, se enmarcaron en el Camino cuando Santi pasaba por momentos complicados y Jaime ya había perdido la costumbre de hacer deporte o andar. Esta peculiar pareja se ha hecho popular entre los peregrinos. El Camino de Santiago ha servido de terapia a Santi, que tiene hiperactividad y déficit de atención. Ellos aseguran que el Camino no fue el origen de su unión sino que ya previamente estaban muy hechos él uno para el otro.