FLORENTINO PORTERO. Historiador y profesor universitario, experto en Relaciones Internacionales
"Las tropas de Israel entrarán en el Líbano para garantizar diez años de paz"
Irán pretende movilizar a las poblaciones árabes suníes contra sus gobiernos, aliados de Israel
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Han convocado a los reservistas y, por tanto, lo más probable es que las fuerzas israelíes entren en territorio libanés. Esto es lo que espera el historiador y profesor experto en Relaciones Internacionales Florentino Portero. Desconoce hasta dónde se adentrarán las tropas, si llegarán al río Litani, al valle de la Bekaa o al mismo corazón de Beirut, "pero lo que sí sé es que van a repetir la operación contra Hamás, degradarán las capacidades militares de Hezbollah para garantizar diez años de paz. Ni Hamás ni Hezbollah se pueden eliminar, porque tienen unas raíces sociales muy importantes. Pero están enviando un mensaje muy serio a Irán: Israel está en condiciones de hacer mucho daño.
En El Cascabel de fin de semana de Trece, Portero define tres conflictos simultáneos en la zona. De raíces muy antiguas. Existe un conflicto territorial, el que está en la memoria colectiva, el de los palestinos -los árabes que viven entre el Jordán y el mar- y los judíos establecidos en el Estado de Israel. Pero, siendo eso cierto -precisa- la situación es mucho más compleja. Hay también un conflicto en el corazón del mundo árabe, entre los musulmanes moderados y los fundamentalistas, denominados islamistas, que viven su credo de forma radical y que consideran que es incompatible mantener una relación normal con cristianos, judíos, con hinduistas o cualquier otra religión". Y coexisten con un tercer foco de tensión: el de la batalla por el liderazgo en el Islam entre los chiíes de Irán, que viven bajo una dictadura de carácter islamista, la de los ayatolás y los musulmanes suníes, que giran en torno al espacio comprendido entre Arabia Saudí y Egipto. ""Hezbollah, que es "el partido de dios, una milicia chií, que ha convertido el Líbano en un Estado fallido, agrede a Israel, aliado de la mayor parte de estados árabes, como Emiratos, Sudán, Marruecos, con una relación preferencial con Arabia Saudí, para movilizar a la calle árabe contra sus propios gobiernos. Esa milicia, creada por Irán, que depende de Irán, crea una gran presión en el norte, sumada a la presión de la guerra de Gaza, contra los gobiernos árabes relativamente moderados, que no tienen ningún problema con Israel ni con Occidente. El objetivo es lograr que los islamistas se impongan sobre los no islamistas y que Irán se convierta en la referencia dentro del mundo islámico". Es la guerra de unos, que son terroristas e islamistas y otros, que tratan de llevar una vida normal -concluye-.
Preguntado por Ana Samboal por la estrategia del gobierno Netanyahu, Portero define dos planos. En el puramente militar, la sociedad está cohesionada. En el político, "Israel, que no deja de ser un país occidental, está tan dividido, por no decir tan roto, como España, Estados Unidos o Francia. Netanyahu despierta auténtico odio entre más o menos la mitad de la población. Igual que Pedro Sánchez, igual que el presidente de Hungría, está tratando de limitar la independencia de los jueces y levanta muros para cohesionar a sus votantes frente a los adversarios. La mitad no es que no sea partidaria de Netanyahu, es que realmente lo odia. Hay presión para convocar elecciones, pero no es fácil en estas circunstancias. Pero, por otra parte, no hay un líder en Israel que tenga la capacidad política para dirigir Israel en tiempos de guerra. Antes de que se iniciara todo esto, la popularidad de Netanyahu estaba muy baja y, desde entonces, no ha dejado de crecer. Hoy, vuelve a a ser el líder más valorado de Israel, es la persona que despierta más confianza entre sus conciudadanos".