Aficionados testigos del caos en Saint-Denis, en 'El Cascabel': "Había gritos y chillidos, pasamos miedo"

'El Cascabel' ha hablado con varios aficionados y periodistas que vivieron en primera persona el pasado sábado el caos en París por la celebración de la final de la Champions

Redacción TRECE

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Después del caos y el terror vivido el pasado sábado en Saint-Denis en París, 'El Cascabel' ha hablado con varios aficionados y periodistas que vivieron en primera persona esa grave situación en las inmediaciones del estadio en el que se jugó la final de la UEFA Champions League entre el Real Madrid y el Liverpool.

Luis Yánez, uno de estos aficionados, cuenta que "vivimos una situación dantesca y calamitosa, no había ni control ni organización a la salida. Nos movimos en metro y fuimos previsores. Había carteristas, maleantes y malhechores. Vimos en primera persona a ladrones. Me preocupaba mi hijo de 11 años. Caos organizativo en todos los sentidos. Había gritos y chillidos por los robos. Los accesos estaban completamente colapsados, las colas eran inmensas a pesar de ir con tiempo y previsión. Pasamos miedo".

Cristina Cubero, subdirectora de 'Mundo Deportivo', presente en más de 8 finales de mundiales y 16 finales de Champions entre otros eventos deportivos de magnitud, reconoce que es la primera vez que ha sentido miedo: "Fue terrible. Nos estaban conduciendo hacia los grupos preparados para atracarnos, temía por nuestra integridad física. Tuvimos suerte de encontrar un grupo de aficionados del Real Madrid que nos sacaron de allí, temblábamos de miedo. Y la policía pasaba de todos, españoles e ingleses. A muchos seguidores del Liverpool les robaron y les pegaron también".

Asimismo, Francisco Pineda, otro aficionado y responsable de la asociación de peñas madridistas de Andalucía, ha explicado que "desde la llegada en metro percibimos la presencia de policías y de personas con rasgos de delincuentes. No tomaron medidas, el cordón de seguridad fue desastroso porque se hizo a pocos metros del estadio. Salimos después de la celebración y había un tapón de gente. Era impensable volver al metro".