El alcalde de Algeciras acompaña al sacerdote herido tras el ataque: "Le he tocado la cara cariñosamente"

José Ignacio Landaluce ha descrito en TRECE el clima "miedo, pánico y temor" que se respira en la ciudad aunque quiere destacar que "es la primera vez que sucede algo tan terrible"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Un sacristán ha fallecido y otras cuatro personas, entre ellas un sacerdote, han resultado heridas esta tarde en el ataque perpetrado con un arma blanca de grandes dimensiones por un hombre de origen magrebí a varias iglesias de Algeciras (Cádiz).

El atacante, que ha sido detenido, se dirigió primero a la Parroquia de San Isidro, irrumpió en ella y apuñaló al sacerdote Antonio Rodríguez, que ha resultado herido de gravedad y está ingresado en el hospital Punta de Europa en estado estable. El hombre se dirigió después hasta la Iglesia de Nuestra Señora de La Palma y siguió su ataque. El sacristán, Diego Valencia, murió en el exterior de la Iglesia, en la céntrica Plaza Alta de Algeciras, a consecuencia de las heridas recibidas.

El hombre detenido como presunto autor de los hechos es Yasin Kanza, de nacionalidad marroquí y de unos 40 años. Ha entrado armado con una catana en varias iglesias del municipio y podría ser un lobo solitario.

El alcalde de Algeciras en TRECE

José Ignacio Landaluce, alcalde de Algeciras, ha estado en ‘El Cascabel’ de TRECE para aportar información de primera mano sobre los hechos: “La esposa de Diego tiene un problema respiratorio y está bien. El sacerdote ha salido de quirófano y está en el despertar y, aunque la herida ha sido profunda, podría estar mañana dado de alta. Este asesino ha sido detenido y la Policía Nacional ha entrado en su domicilio. Espero que el ministro del Interior tenga la delicadeza de llamarme y mantenerme informado. Es importante saber qué está pasando. Aprovecho para pedirle más medios de Policía Local y Policía Nacional porque hace falta, una cosa va aparejada con la otra”, demanda.

El sacerdote Antonio Rodríguez se espera que evolucione bien, a pesar de la gravedad del ataque: “El machetazo ha golpeado contra una de las vértebras. Es una persona mayor y he estado dentro de la ambulancia con él cuando estaba siendo atendido. Había mucha sangre, le he pellizcado la cara cariñosamente, nos hemos mirado y me ha hecho un gesto”, relata José Ignacio que, además de alcalde, es médico, por lo que ha podido entrar en la ambulancia.

El alcalde de Algeciras describe el sentimiento en la localidad gaditana: “Ha trascendido mucho temor porque sacerdotes de dos municipios cercanos a Algeciras han sido escoltados hasta sus domicilios por la Policía Local y parecía que lo que había ocurrido eran dos ataques en otras Iglesias. Hay mucha alarma, mucho temor, miedo y pánico como es lógico”. A pesar de esta sensación, José Ignacio quiere subrayar que Algeciras es, y ha sido siempre, una ciudad segura y que, desgraciadamente, “es la primera vez que se produce un suceso tan terrible”

Sobre la víctima mortal, el sacristán Diego Valencia, Landaluce destaca su valentía: “Estaba a punto de jubilarse, 62 años, buen hombre, siempre dispuesto a ayudar… no se pueden decir más que cosas buenas. Se ha enfrentado a este tipo cuando una de las feligresas ha visto que este asesino ha empezado a tirar utensilios del altar y él ha salido valientemente a llamarle la atención. No se podía esperar que le golpease. Él ha salido corriendo y lo ha perseguido fuera del templo y en la plaza, a plena luz, a acabado con su vida”. Se están repasando las imágenes de videovigilancia de la ciudad para comprobar si iba solo o acompañado en algún momento.

El alcalde de Algeciras ha sido entrevistado a las doce de la noche y, hasta ese momento, nadie del Ministerio del Interior se había puesto en contacto con él: “No solo me sorprende, sino que me fastidia. Estoy esperando que me digan algo, tengo obligación de declarar un día de luto, pedir que haya una concentración… he estado más de una hora con el obispo junto con el vicario y son los gestos del cariño hacia la familia de repulsa por el asesinato… de pena, de mucha tristeza y mucha rabia. Pero por ahora no sé nada más”.