¿Es un desprecio a los votantes de Vox que Pedro Sánchez se reúna con Bildu y Puigdemont, y no con Abascal?

'El Cascabel' pregunta a sus espectadores, este miércoles, si consideran incorrecto que Sánchez busque apoyos en Bildu y Puigdemont y que no se haya puesto en contacto con Vox

¿Es un desprecio a los votantes de Vox que Sánchez se reúna con Bildu y Puigdemont y no con Abascal?

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Todos los pasos que está dando Pedro Sánchez, incluido el no fijar una fecha para el pleno de su investidura y el compromiso con Yolanda Díaz de acordar un programa de gobierno de coalición a más tardar a finales de octubre, indican que el líder socialista no lo intentará hasta noviembre.

Además, Sánchez tiene que esperar al resultado de la consulta que llevará a cabo el Consejo por la República, organización que lidera el expresident catalán Carles Puigdemont, sobre si éste y los partidos independentistas deben "bloquear" la investidura del secretario general del PSOE.

La consulta, que se celebrará entre los días 17 y 23 de octubre, no es vinculante. Según Junts, el resultado no afectará a las conversaciones que tienen sobre la investidura y que giran sobre la exigencia de una amnistía para los protagonistas del procés y la celebración de un referéndum de autodeterminación.

En este mismo sentido, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ha asegurado que las negociaciones para investir a Sánchez van "por el camino correcto".

Sánchez ha arrancado este miércoles las conversaciones con las fuerzas políticas, salvo Vox, con el fin de recabar los apoyos que necesita para repetir como jefe del Ejecutivo y lo ha hecho empezando por la líder de Sumar y vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, con quien formará gobierno si logra el respaldo de los independentistas.

Hay coincidencia entre ambos en lo que tiene que ver con la amnistía, pero aún están lejos de cerrar un acuerdo sobre todo por las diferencias en materia social y laboral, ya que para Sumar es clave la reducción de la jornada laboral, vincular el despido a una causa jurídica objetiva, mejorar la conciliación o reforzar el derecho al acceso a la vivienda.

Pese a las discrepancias en estos temas, Sumar da por hecho que habrá acuerdo y que ni el pulso que mantiene Podemos podrá hacerlo fracasar porque, según ha dicho el secretario de Estado de Derechos Sociales y negociador de Sumar, Nacho Álvarez, todos los partidos de la coalición están comprometidos con reeditar un Gobierno progresista.

No obstante, los morados han intentado negociar por su cuenta un acuerdo con el PSOE, exigiendo, entre otras cosas, que Irene Montero continúe al frente de Igualdad, como ha vuelto a pedir hoy Ione Belarra, pero los socialistas quieren retener esa cartera en el futuro Gobierno.

Si bien Sumar no da todavía por perdido el Ministerio de Igualdad, lo que sí se da por hecho es que Montero no lo dirigirá.

Otra de las cuestiones complicadas de la negociación es precisamente el reparto de ministerios y el peso que tendrá Sumar, ya que si la intención es reducir ministerios, como parece que tiene Sánchez, Yolanda Díaz ya no tendría las cinco carteras que ocupaba Unidas Podemos sino que podrían quedarse en cuatro o incluso tres.

En todo caso, el tema de los nombres del futuro Consejo de Ministros se abordará más adelante y en paralelo a la negociación del acuerdo de gobierno pero cuando este esté ya encarrilado, señalan desde Sumar.

Y en medio de todo esto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha urgido a Sánchez a que ponga fecha a su investidura -el límite es el 27 de noviembre- y ha aprovechado para afear a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que a él le diera 24 horas para hacerlo y le sugiriera la fecha del 26 de septiembre, que asumió "como un diputado disciplinado", tras hablarlo con Moncloa.

Sánchez, que se ha reunido hoy también con el líder del PSC, Salvador Illa, con quien está en coordinación permanente en lo que tiene que ver con las cuestiones relacionadas con Cataluña y su investidura, retomará la semana que viene la ronda de contactos con el resto de fuerzas políticas, salvo con Vox.