El presidente de Hosteleros de Pontevedra: "No queremos ser el Policía de la terraza"

Habla César Sánchez-Ballesteros, presidente de hosteleros de Pontevedra

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El verano está siendo un mes duro para toda la hostelería, que mira con preocupación los rebrotes que azotan a toda España por los efectos que están teniendo en sus negocios. Un duro golpe que se suma al ya sufrido en los peores meses de la pandemia, cuando muchos hosteleros tuvieron que cerrar por orden ministerial. Algunos no han vuelto a abrir.

Ahora se enfrentan a un nuevo problema: las restricciones hacia el tabaco. El presidente en funciones de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado esta semana que se prohíbe fumar en la calle cuando no se puedan mantener las distancias de seguridad. Una nueva restricción que también quieren aplicar otros Ejecutivos regionales y que ha sido aplaudido por gran parte del mundo médico. Para los expertos sanitarios, esta medida es positiva porque consigue reducir todavía más la posibilidad de que la COVID-19 se transmita entre personas.

No en vano, esta es una nueva piedra en el camino para los hosteleros, que ven cómo sus negocios se resienten por todas las medidas que deben cumplir sus clientes si no quieren incumplir con alguna norma. En este sentido, César Sánchez-Ballesteros ha explicado de primera mano y en calidad de presidente de la federación de hostelería de Pontevedra cómo les afecta.

Ha querido explicar que todavía hay un "desconocimiento" acerca de esta medida, tanto dentro como fuera del sector. "Ha sido una norma que fue publicada hace muy poco y no nos ha dado tiempo al sector a enterarnos y mucho menos a los clientes", ha explicado y también ha reconocido que todavía no han notado cambios porque "todavía hay mucha gente que no se ha enterado, están de vacaciones, y quieren desconectar".

"No queremos ser el Policía de la terraza", ha dicho en TRECE TV y ha mostrado su preocupación con las distancias en las que deben poner las mesas, ya que ahora está a dos metros pero las nuevas investigaciones apuntan a que las gotas de saliva que son el principal foco para contagiarse.

Asimismo, ha querido advertir de que ellos no pueden hacer nada si un cliente se enciende un cigarrillo en la terraza, ya que tan solo de momento pueden hacerle ver lo importante que es no fumar en público. La Ley, que ha salido en escasas horas, castiga al cliente con una multa leve de 100 euros en caso de no cumplir con esta norma y castiga de una u otra forma también al local, aunque en términos generales la regulación todavía es muy ambigua.