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El Palacio Real de Madrid ha sido escenario este martes de la cena con el mayor número de líderes mundiales que jamás ha acogido en sus más de tres siglos de historia, al reunir a más de una treintena de jefes de Estado y de Gobierno que asisten a la cumbre de la OTAN.
Los reyes Felipe y Letizia han ejercido de anfitriones del banquete en la mesa imperial del Comedor de Gala, aunque ha tenido la particularidad de que ha comenzado con media hora de retraso y con cuatro comensales menos de los 60 previstos inicialmente.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el de Finlandia, Sauli Niinistö, y la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, se han ausentado tras la larga negociación, finalizada con éxito, por el que el país otomano ha levantado el veto a las dos naciones nórdicas para entrar en la Alianza Atlántica.
“No ha venido por buenas razones”, ha excusado Felipe VI a Stoltenberg, en referencia a su ausencia al ágape, en el que, aparte de los mandatarios, ha habido una quincena de consortes.
A pesar de las ausencias imprevistas, el monarca ha puesto énfasis en el carácter histórico del evento en su discurso: “Nunca antes este palacio ha acogido y ha sentado a un número tan grande de líderes mundiales al mismo tiempo”.
Entre los 12 presidentes y 19 primeros ministros, han estado los de los países que pertenecen a la OTAN, así como las naciones con las que coopera, como Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur, y Georgia, que como Suecia y Finlandia, aspira a entrar en la Alianza Atlántica.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el de Francia, Emmanuel Macron, el primer ministro británico, Boris Johnson, el italiano, Mario Draghi, y el canciller alemán, Olaf Scholz, han sido los principales mandatarios presentes en la cena.
Entre los consortes, ha estado Gauthier Destenay, marido del primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel.
Los invitados han empezado a llegar de manera escalonada al palacio una hora antes del ágape.
Los primeros han sido Sánchez y su esposa, Begoña Gómez, una hora antes del comienzo de la cena, y les ha seguido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sin su esposo.
Tras subir la Escalinata de Embajadores, flanqueados por alabarderos con trajes de época, han desfilado por el Salón del Trono para saludar a los reyes, que se han fotografiado con cada mandatario.
Posteriormente, se han reunido todos para hacerse la foto de familia en el Salón de Alabarderos, delante del retrato de Carlos III y enfrente del cuadro de Antonio López "Familia de Juan Carlos I", con el anterior jefe de Estado, la reina Sofía y sus hijos: Felipe, cuando era príncipe, y las infantas Elena y Cristina.
Don Felipe ha hecho mención a la cena que su padre ofreció a los mandatarios de la OTAN en 1997, en la anterior ocasión en la que Madrid acogió la cumbre de la OTAN, si bien por entonces los países aliados sólo sumaban algo más de una docena.
En la mesa imperial, el rey ha estado flanqueado por Biden y Begoña Gómez, a cuya derecha ha estado Macron.
Enfrente, la reina ha tenido a un lado a Sánchez y al otro, al presidente de Letonia, que ha ocupado el puesto inicialmente reservado para Stoltenberg.
En uno de los extremos de la mesa, ha estado Boris Johnson, quien ha acudido a la cena sin su esposa, y en el contrario, el primer ministro portugués, António Costa.
Al no tratarse de una cena de gala, los comensales no han lucido esmoquin, ni vestidos largos, ni tiara, en el caso de la reina Letizia, que ha optado por un vestido negro sin mangas.
Un surtido de entrantes, entre ellos, gazpacho, sardina, croquetas, aceitunas esféricas y kikos con guacamole, ha abierto el menú elaborado por el cocinero Paco Roncero con vino tinto, blanco y espumoso.
De plato principal, han degustado merluza con salsa menier tapioca y huevas de trucha, y de postre, espuma de coco con granizado de menta y fruta de la pasión.
Como es habitual en los banquetes oficiales, la banda de música de la Guardia Real ha amenizado el ágape con un repertorio de pasodobles y piezas clásicas españolas.
La cena de mañana de los mandatarios tendrá lugar en el Museo del Prado, en la que Sánchez y su esposa ejercerán de anfitriones al no asistir los reyes.
En paralelo a la cumbre, la reina acompañará a las consortes de los mandatarios al Real Sitio de La Granja de San Ildefonso (Segovia) y al Museo Reina Sofía para ver el “Guernica” de Picasso.