Antonio Jiménez: "Aunque Sánchez amenace con que no hay plan B, probablemente le saquen los colores"

El periodista analiza la posición del PP en la prórroga del estado de alarma que se vota el miércoles en el Congreso

Antonio Jiménez

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El próximo miércoles, Sánchez se juega la prórroga o no del estado de alarma en el Congreso de los Diputados. Veremos porque está la cosa bastante complicada desde el punto de vista numérico. No parece que Sánchez a día de hoy vaya a sacar adelante una nueva prórroga del estado de alarma más allá del 9 de mayo. Va a probablemente el próximo miércoles con el rechazo a esa prórroga por parte de la oposición y también de sus socios parlamentarios, pues va a pagar esta gestión tan unilateral que está llevando desde el punto de vista de la pandemia y del virus.

¿Por qué? Porque le achacan todos, oposición e, incluso, socios parlamentarios, le critican la falta de diálogo y la falta de comunicación permanente: el porqué ha ido imponiendo el tragala de una forma continua de todo lo que se ha decidido y previamente no se ha consultado y todo se ha ido adelantando sin haber consultado previamente qué es lo que convenía, por ejemplo, a aquellas comunidades donde el virus está más controlado y dónde felizmente, pues ha habido muchos menos fallecimientos y también menos contagiados.

Todo eso se le ha criticado a Sánchez y él quiere todavía seguir gobernando con un estado de alarma que, en algunos casos, se convierte en estado de excepción. Ya hay muchos juristas que están criticando precisamente la oportunidad de seguir prorrogando esta situación que, de alguna forma, restringe las libertades y derechos fundamentales.

El Partido Popular, Casado ya ha anunciado que no va a apoyar otra prórroga más Eso no significa que vaya a votar en contra, podría abstenerse siempre y cuando Sánchez se aviniera a negociar aquello que el PP le está pidiendo: descartar o desligar, por ejemplo, los ERTEs, la continuidad de los ERTEs, del estado de alarma. Eso es un chantaje, le están diciendo a Sánchez. Usted no puede condicionar la vida de millones de españoles, cientos de miles de españoles que están pendientes de cobrar esos ERTEs a que siga el estado de alarma. Son medidas económicas, eso no tiene nada que ver con este “estado de excepción”.

Por tanto, veremos a ver, pero lo va a tener complicado el señor Sánchez. La alternativa a esto, a pesar de que el Gobierno dice que no hay plan B, sí, hay un plan B: se pueden seguir aprobando medidas de confinamiento en situaciones excepcionales si la situación lo requiere; se pueden aprobar, por ejemplo, medidas relacionadas con la Ley Orgánica de Salud Pública y, por tanto, puede ser prescindible, efectivamente, el estado de alarma.

La movilidad se puede restringir en función de las circunstancias de las situaciones. Lo que tiene que hacer el Gobierno es hablar más con la oposición y, sobre todo, con los presidentes autonómicos porque es probable que de esta manera la vida pueda empezar a agilizarse, reactivarse allí donde la situación está controlada o, por lo menos, muy, muy controlada y felizmente los contagios son mucho menores, así que vamos a ver, pero veremos que el señor Sánchez puede sufrir un revolcón el próximo miércoles y aunque amenace con que no hay plan B, probablemente le saquen los colores y se demuestre que sí lo hay.