"La dirección del PP podría haber justificado perfectamente la ausencia de Ayuso el próximo viernes"

“¿Cómo quiere que llamemos a una persona que ha cometido dos delitos y que lo reconoce públicamente? En castellano se le llama delincuente confeso. ¿Cómo quiere que le llamemos? ¿Ciudadano ejemplar? A la señora Ayuso no le preocupa la gestión de los problemas de los madrileños, le preocupa crispar, enfangar, sembrar odio, polarizar, insultar”, comentaba el ministro de Justicia, Félix Bolaños. Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid respondía: “No puede el presidente del Gobierno llamar delincuente a un ciudadano por ser la pareja sentimental de un adversario político y que esto le salga gratis. Como al fiscal general del Estado tampoco. Yo lo que sí sé es que llevan un año utilizando todos los poderes del Estado para intentar desguazar a una persona en su ámbito laboral. No hay derecho a hacer eso con esta persona. Y desde luego mi pareja no va a la puerta del sol a hacer negocios. La suya sí, a la Moncloa, que es donde nacen todos los negocios que están investigándose”.

Escuchaban a Isabel Díaz Ayuso dar algunas de las razones, argumentos por los que no va a acudir a esa cita del próximo viernes en la Moncloa con Sánchez. Será la única, único presidente, presidenta autonómica que no va a estar con Sánchez, no va a visitar la Moncloa, no se va a reunir con el presidente del Gobierno. Razones de Isabel Díaz Ayuso, esto que escuchaban en parte. Lógicamente, ella no entiende que le haya estado acusando con graves calificativos y sobre todo difamándola durante estos últimos días a ella y a su pareja, de la forma en que lo ha hecho Pedro Sánchez. Y además, como no está de acuerdo con lo del pacto fiscal con Cataluña, ese concierto económico, considera que no tenía que estar en la Moncloa y no va a ir, sencillamente.

Desde la Moncloa y desde el Gobierno ya lo han escuchado ustedes. Han redoblado las acusaciones, las críticas y los insultos en ese sentido a Isabel Díaz Ayuso y a su novio, que por cierto ya ha presentado contra Sánchez y Bolaños una querella por llamarle delincuente y le reclama 150.000 euros.

¿Y qué dice el partido popular a todo esto? Pues la dirección, en fin, no parece que se haya enterado muy bien de lo que va la película, a tenor de cómo ha reaccionado. Porque podría haber sustanciado el asunto diciendo, oiga, la presidenta de la Comunidad de Madrid tiene autonomía e independencia para decidir si debe estar o no en la Moncloa y los últimos días no han ayudado a que ella dé el paso para estar con Sánchez el próximo viernes. Habrían salido del paso, pero no sé, al final se enredan y buscan que se observe, se analice todo esto como un enfrentamiento dentro del propio partido. Porque Borja Sémper ha dicho que él hubiera ido, que entiende a Isabel Díaz Ayuso, pero él hubiera ido.

¿Recuerdan unas palabras de Feijóo? Hace un mes aproximadamente cuando dijo, hombre, creo que por normalidad institucional los presidentes deberían ir. Eso lo dijo hace un mes. Pero es que en este último mes han pasado muchas cosas y la dirección del Partido Popular podría haber justificado perfectamente la ausencia de Isabel Díaz Ayuso el próximo viernes sin necesidad de tener que decir, hombre, yo hubiera ido. Pues a lo mejor va o no va. El problema es que la mayoría de los votantes de Isabel Díaz Ayuso entienden que no vaya. Y eso es lo que tenía que haber entendido probablemente también la dirección del Partido Popular, que son votantes del PP en definitiva.

Esto ha generado una polémica enorme que ha sido aprovechada lógicamente también por el Partido Socialista. Claro, si ven que se enfrentan dentro del propio PP, ¿cómo no va a aprovechar el Partido Socialista y el Gobierno esa discrepancia notable sobre si hay que ir o no ir? ¿Cómo se puede buscar la normalidad institucional con quien ha asaltado las instituciones de la forma en que lo ha hecho Sánchez? ¿Qué normalidad hay? No hay ninguna normalidad institucional cuando ha asaltado todas las instituciones, las controla abiertamente.

En fin, hay razones suficientes como para decidir ir o no ir, en función de los intereses de cada presidente, sabiendo que te la puede jugar Sánchez porque está en esa tesitura. Y probablemente hasta ahora no ha habido ningún problema en ese sentido porque ya iban con la cartilla sabida y sobre todo estaban avisados de lo que podía pasar. Pero en otras circunstancias, Sánchez podría haberles hecho la 13-14, que es muy habitual en él. Y alguno, pues se hubiera tragado.