"La imagen que ha quedado es la del rey y la reina escuchando a las víctimas mientras Sánchez huía"
Antonio Jiménez, director de 'El Cascabel', analiza los altercados vividos en Paiporta durante la visita de los reyes, el presidente del Gobierno y el president de la Generalitat Valenciana
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Seis días después de la catástrofe, en algunas de las localidades afectadas por la riada, se empieza a ver algo de luz al final de ese tenebroso túnel que miles y miles de valencianos están recorriendo desde la tarde del pasado martes. Llega poquito a poquito, esa ayuda, empiezan a ver maquinaria con capacidad y militares, para despejar calles de coches y muebles destrozados entre lodo, cañas y residuos que transportaron las aguas en ese infernal discurrir hacia el mar. En algunas de esas localidades se empiezan a ver a los militares, ahí donde hasta hoy no habían llegado, el ejército no había llegado.
La cifra de fallecidos va por 217, siguen todavía muchos desaparecidos. Milagrosamente, la primera evaluación en ese parking del Centro Comercial Bonaire ha sido también muy esperanzadora. De momento no han encontrado los servicios de rescate, cadáveres entre los coches sumergidos en el agua. Todavía continúan familias sin luz ni teléfono. Tres localidades al menos no tienen agua potable. Ciudadanos que necesitan agua envasada, productos de primera necesidad para comer, de higiene personal, también, además de todo lo que se está demandando para hacer frente a la limpieza y desescombro de casas y calles, mascarillas, guantes, botas de agua, palas, etcétera. Es lógico que los damnificados por esta terrible DANA expresen su indignación por la sensación de abandono y desamparo que han sentido por lo menos hasta hoy, no sé si todavía lo sentirán, por parte de todas las administraciones públicas.
El rey entendió ayer el enfado y frustración de las personas que en Paiporta protestaron y les gritaron ante esa ausencia del Estado. No está justificada de ninguna manera y es reprobable y rechazable siempre la violencia que algunos de esos indignados ejercieron contra la comitiva formada por los reyes, el presidente del Gobierno y el de la Generalitat, lanzándoles barro y otro tipo de objetos. Un triste episodio que nos dejó, sin embargo, el compromiso de los reyes, Felipe y Leticia, con las víctimas, a las que escucharon sus desgracias y sus demandas, empatizando con ellas, prometiéndoles que no les van a abandonar en esta hora trágica de sus vidas, mientras Sánchez dejaba la zona cero protegido por sus escoltas.
Es la imagen que ha quedado de esos incidentes. El rey y la reina manchados de barro, con las víctimas a su lado, escuchándoles en medio de algunos gritos e insultos, mientras el presidente del Gobierno huía. Al menos eso es lo que hemos visto. Debió quedarse, como si hizo Mazón, también muy criticado e insultado por su mala gestión de la riada. Eso le va a perseguir siempre, por más que el protocolo de seguridad le aconsejara salir de Paiporta. También se lo aconsejaron, por cierto, a los reyes y se quedaron los reyes. Y eso, al parecer, ha enfadado mucho al Gobierno.
Hoy leemos en ABC de esta hora que hay malestar en la Moncloa con los Reyes por quedarse en Paiporta y hablar con los que, leo textualmente, "pegaron a Pedro Sánchez". Que se sepa Sánchez, no le pegaron. Le agredieron verbalmente, con insultos, le lanzaron barro, como al resto de la comitiva, y algunos palos, pero a él no le alcanzó ningún objeto, según las imágenes que hemos visto y que se están difundiendo. Insisto, por otra parte, violencia siempre injustificable, rechazable y reprobable, pero las cosas en su sitio.
También se ha filtrado, que en la Moncloa critican que los reyes visitaran Paiporta, esta zona cero de la devastación, porque lo había desaconsejado el Gobierno. No era oportuno. Pero miren ustedes, los reyes hicieron lo que tenían que hacer. Acercarse y escuchar a las víctimas, a esos españoles que están sufriendo la enorme calamidad, mientras el presidente del Gobierno, seis días después de esta riada, ni ha declarado el estado de emergencia, a pesar de la magnitud de la tragedia, ni ha convocado un consejo extraordinario, mientras sus terminales mediáticos, sus medios afectos, están culpando y señalando únicamente a Carlos Mazón por la imprevisión y la gestión de la crisis.
Una tragedia como esta, la mayor catástrofe natural del siglo, ha acaecido en España, con cientos de miles de ciudadanos afectados, más de 200 muertos, no necesita que el presidente de una autonomía le pida al presidente del Gobierno de la Nación ayuda para enviarle desde el minuto uno todos los recursos del Estado disponibles y ayudar a las víctimas. Esa es una disposición que Sánchez, nada más aterrizar en Madrid, debió haber mostrado y asumido con determinación, junto al de la Generalitat, sin excusas, incompetencias y protocolos burocráticos. ¡Cómo para no estar indignados!".