Jiménez: "Dolores Delgado cumple con todo lo que se le reprochó y recriminó a ella y a Sánchez por nombrarla"

La ofensiva de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado contra la juez que instruye e investiga la causa del 8-M, esa manifestación, e imputa al delegado del Gobierno por autorizarla, se ha estrellado. Ha chocado contra la decidida actitud de esta juez, que en un auto ha rechazado los recursos que habían planteado tanto Fiscalía como Abogacía con el fin de defender al Gobierno y al delegado del Gobierno (le pedían que archivara la causa y dejara de instruirla). ¿Qué ha hecho la juez? Todo lo contrario: ha mostrado su decidida actitud para seguir investigando, defendiendo su instrucción. Y, además, reprochándole al Gobierno, entre otras cosas, la dilación con la que ha entregado documentos a la Guardia Civil. En el sentido de que cuando han ido a reclamarlos al Ministerio de Sanidad, y concretamente al departamento de Simón, se han hecho los remolones: no han estado diligentes a la hora de entregar la documentación que estaba solicitando la juez para seguir la instrucción.

¿Qué nos encontramos aquí? Una juez decidida a investigar hasta las últimas consecuencias esta situación y una Fiscalía que queda en evidencia porque intenta defender al delegado del Gobierno en Madrid (aunque no sea su competencia) pidiendo el archivo de la causa. ¿Y qué nos lleva a concluir eso? Que, efectivamente, las sospechas que habíamos depositado a la hora de comentar la decisión del señor Sánchez de nombrar como fiscal general del Estado a una persona tan inconveniente como la que había sido su ministra de Justicia, Dolores Delgado, se han cumplido con creces.

La Fiscalía no está al servicio del Estado. Está al servicio del Gobierno de Sánchez. Ya lo dijo el propio Sánchez cuando manifestó aquello de '¿Y de quién depende la Fiscalía? Depende del Gobierno. Pues eso es lo que hay'. Lo ha demostrado con el caso de Trapero, en el caso del 8-M y, justo en 24 horas, también elevando a la Fiscalía del Supremo la investigación en relación con esos presuntos delitos fiscales del Rey Juan Carlos al hilo de unas comisiones que se cobraron, pero cuando era Rey y él era inviolable.

Lo que demuestra todo esto es que, efectivamente, la señora Dolores Delgado está cumpliendo con todo lo que se le reprochó y recriminó a ella y a Sánchez por nombrarla. Este Gobierno no tiene nada clara la división de poderes, y eso es más que preocupante.