El análisis de Ramón Rodríguez Arribas tras la reforma del TC: "Me duele tener que decir esto"

Una auténtica tormenta judicial. Así podríamos definir la agenda de este jueves en el Congreso. Jornada larguísima. Muchísima tensión. La portavoz del PP ha contado que el socialista Felipe Sicilia, presidente de la Comisión de Justicia, rechazó el recurso de los populares contra las enmiendas de reforma del poder judicial con una frase, cuanto menos, llamativa: que no le daba la gana.

En contra de sus peticiones de PP, Vox y Ciudadanos, la presidenta del Congreso ha decidido seguir con el Pleno. Un Pleno lleno de gravísimas acusaciones, con diputados llamándose unos a otros golpistas y acusándose de golpe de Estado, referencia incluso al 23-F. Lo ha hecho Felipe Sicilia.

Finalmente, ha quedado derogada la sedición, rebajada la malversación y reformadas vía enmienda las leyes del poder judicial y del Tribunal Constitucional. A favor, 184 votos, los del Gobierno de PSOE y Podemos y sus socios independentistas. En contra, 64 votos. La decisión del PP ha sido no votar.

Ahora, la proposición de ley será remitida al Senado , donde se aprobará definitivamente, si no hay sorpresas, el próximo jueves. Sin embargo, antes arrancará una semana, el lunes, con la reunión del Constitucional para decidir sobre los recursos de PP y Vox.

El vicepresidente emérito del Tirbunal Constitucional, Ramón Rodríguez Arribas, ha asegurado este jueves en 'El Cascabel' de TRECE que "la función del Tribunal Constitucional es controlar las leyes, es su única función. Si no, ¿para qué lo queremos? Es imprescindible dejar trabajar a los tribunales", ha destacado.

Además, Rodríguez Arribas ha afirmado que en la reforma iniciada en el Congreso hay dos cosas "disparatadas": "primero, se ha utilizado la proposición de ley en vez del proyecto de ley. Además, las modificaciones se hacen por medio de enmiendas que no tienen que ver con ese asunto".

Sobre la división de los magistrados entre progresistas y conservadores, el vicepresidente emérito del Tribunal Constitucional ha sido muy contundente: "la división entre progresistas y conservadores es lo peor que nos podría haber producido en el poder judicial".