Antonio Pampliega, víctima del secuestro de Al Qaeda: "Hemos huido y abandonado a los afganos"
El corresponsal de guerra Antonio Pampliega explica la impotencia que siente: "Que vuelvan los talibanes a Afganistán es terrible porque es el lugar donde me he hecho periodista"
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Antonio Pampliega, periodista de guerra que sabe lo que es estar secuestrado por Al Qaeda, ha estado en ‘El Cascabel’ de TRECE para analizar la situación de Afganistán tras la invasión talibán.
Pampliega sobre su secuestro hace 5 años recuerda: “Vivir con miedo 299 días a que me mataran en cualquier tiempo, te da mucho tiempo a pensar cómo te matarán, sabiendo cómo lo haces piensas en sí te decapitarán o romperme antes de que lo hagan ya que no quieres que tu familia te vea así porque va a ser la última vez que te vean, mucho miedo e incertidumbre al no saber si vas a poder volver a salir, a ver a tus amigos, dar un abrazo a la familia y esa incertidumbre te va comiendo”.
Asegura que su secuestro fue debido a que “nuestro traductor Oussama nos vendió, había pactado con el chófer y quedaron con en un punto de Alepo, de pronto se bajaron de una furgoneta 6 hombres vestidos con pasamontañas y la ropa yihadista, nos gritaban y sabiamos lo que significaba, el mayor miedo ersa saber si era Al Qaeda o Estado Islámico, pero caímos dentro de Al Qaeda que había posibiloidad de salir con vida, con Estado Islámico no”.
Durante los 299 díaz relata que “los tres primeros meses estuvo acompañado de José Manuel López y Ángel Sastre y los últimos siete meses sólo en una celda sin hacer nada desesperado y maltratado por los secuestradores.
Sobre su liberación explica: “Entraron a mi celda el 7 de mayo de 2016 dos secuestradores vestidos con pasamontañas y el logo yihadista, me sacaron con una capucha y unas esposa, en ese momento piensas que ha llegado tu hora, me llevaron a una furgoneta y me dieron vueltas sobre 45 minutos o una hora hasta llegar a un camino sin asfaltar donde pensaba que me matarían, cuando me bajaron y me quitaron la capucha veo entre 30 y 35 hombres armados y me conducen hasta dos hombres tumbados en el suelo y cuando les ví sin capucha eran mis antiguos dos compañeros ahí piensas tres posibilidades: nos venden, nos matan o nos liberan. Nos liberaron por suerte, y nos dijeron que no volváis a Siria y ahí tenéis Turquía, la verdad que no tengo ganas de volver”.
“Que vuelvan los talibanes en Afganistán es impotencia porque es el lugar donde me he hecho periodista, de hecho, mi hija se llama Arianna, el nombre que le puso Alejandro Magno a este país en el año 322 cuando conquistó. Tengo muchísimos amigos allí y he escrito dos libros sobre el país, además de conocer muy bien el país, por lo tanto cuando vi que iba a caer no me lo podía creer y que hubiéramos abandonado a los afganos con esta gentuza. No entiendo a Borrell cuando dice de negociar cuando son los mismos que hace unos años les quitaron el poder, es absurdo, no nos hemos retirado sino huído y hemos dejado abandonados a los afganos” explica.
Asegura que mantiene contacto con Mustafa, su traductor español en Afganistán desde hace 5 años, que le pedía ayuda desde hace un mes de que los talibanes iban a entrar a Kabul y necesitaban salir y la embajada les daba largas, el sábado dijo que ya estaban cerca de la ciudad y corrían más peligro, sin embargo, la embajada española ya se ha puesto en contacto con ellos para pedir los visados de su familia y él para poder salir del país. Por otra parte, asegura que es muy difícil salir por el aeropuerto si eres colaborador y hay muchos traductores que se han quedado de momento allí por equivocarse de aeropuerto.