Un catedrático de Derecho Procesal, sobre la filtración de datos del novio de Ayuso: "Indicios muy fundados de objetivos políticos"

El Colegio de la Abogacía de Madrid ha remitido un escrito al Tribunal Supremo en el que solicita la imputación de Pilar Sánchez Acera por filtrar a su compañero Juan Lobato el correo del abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso. En el documento reconocía sus delitos fiscales en el marco de una negociación con la fiscalía y terminó publicado en prensa. El Tribunal Supremo investiga el caso como un presunto delito de revelación de secretos por el que ya está investigado el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. "El Colegio de la Abogacía de Madrid está haciendo un trabajo impecable. Nos parece que está defendiendo el secreto profesional como nunca. Hay razones más que suficientes, indicios muy fundados de que se filtró ese documento con objetivos políticos", ha asegurado este lunes por la noche en 'El Cascabel' de TRECE Nicolás González-Cuellar, catedrático en Derecho Procesal.

"La ciudadanía tiene que confiar en su justicia, en su fiscalía y en su abogacía. Las conversaciones deben ser secretas. No se puede politizar todo", ha explicado González-Cuellar en su entrevista con Antonio Jiménez. El ICAM, que ejerce la acusación en este caso, dice que “vista la comparecencia testifical de Juan Lobato”, solicitan que se tome declaración en calidad de investigada, a Pilar Sánchez Acera, exjefa de Gabinete en el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública que dirige Óscar López.

Este viernes, el ya exlíder del PSOE en la Comunidad de Madrid acudió a declarar como testigo por estos hechos. El juez que investiga el caso, Ángel Hurtado, le citó tras conocer que acudió a un notario a depositar los mensajes que se intercambió el 14 de marzo con Sánchez Acera.

Ella, que en ese momento era la mano derecha del entonces jefe de Gabinete de Moncloa, Óscar López, conminó a Lobato a exponer el correo del abogado de Ayuso en un debate parlamentario contra la presidenta madrileña que iba a tener unas horas después. De las horas en las que se mandaron los mensajes y los comentarios sobre los mismos, se aprecia que fueron previos a que la prensa difundiese el documento.