Forzado a convivir con su okupa: Tino puede entrar en su casa y, con una sentencia a favor, no lo desalojan
Entran ilegalmente en su casa en Algeciras y el okupa se construye un apartamento sobre la misma, ampliando tres veces su superficie: "La Policía me dice que no pueden hacer nada"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tino salió de su casa de Algeciras, cerró por fuera y se fue a cuidar a su madre enferma. Un año después, un vecino le avisa de que su vivienda está en obras. El okupa ha modificado de tal forma la casa que está irreconocible, ha pasado de ver una vivienda baja a tener varias alturas pasando de 98 metros cuadrados a 300 metros cuadrados. El problema, además de la okupación, es que el okupa no tenía licencia de obras, por lo que el ayuntamiento ha abierto un expediente y, aunque el juez ha decretado el desalojo del okupa, este solo ha devuelto una parte de la casa.
Tino Huertas, propietario de la vivienda, ha estado en ‘El Cascabel’ para explicar qué ha sucedido: “Mi casa sigue okupada y no sé cuántas personas están allí viviendo. Creo que todo ha nacido de una lamentable equivocación, que también es triste. Esa casa es de mi propiedad y la tenía cerrada. En 2018 me vine a burgos a atender a mi madre y, después, me detectan un cáncer en grado muy avanzado, por lo que me tuve que quedar en Burgos. En esos tres años me llaman los vecinos y me preguntan si había venido la casa. Yo, inmediatamente, viajo a Algeciras y veo que la casa tiene tres plantas, pongo una denuncia, pero me sale el juicio un año después. Lo que entiendo es que la policía iría a mi casa, esto sería en un país decente, y debería recuperar mi casa en 24 horas sin más tardar”.
Florentino, según relata, se encuentra en estos momentos en un callejón sin salida y no encuentra la ayuda que necesita: “El okupa tenía más ingresos que yo. Yo tengo empatía con todo el mundo, pero es que esto no tiene nombres ni apellidos. Lo peor es cómo me está tratando la justicia. Una broma de estas características se sustancia con una multa de 600 euros. Es una broma de mal gusto”.
Tino tiene una sentencia favorable que indica el desalojo del okupa, además de poder ser “desalojados forzosamente en caso contrario”. La sorpresa de Tino llega cuando recoge las llaves de su domicilio, entra a la vivienda y descubre que el okupa ha desalojado la primera planta, pero continúa atrincherado en las plantas superiores. En estos momentos, Florentino no comprende por qué no se ponen en marcha esas medidas cautelares que amparan el desalojo forzoso: “No soy abogado, pero tonto tampoco. Me mandan a poner nuevas denuncias y en comisaría se burlan de mí. Yo podría haber iniciado la vía civil, pero no sé nada, yo venía muy enfermo con un cáncer y acudí a la comisaría pensando que lo harían por la vía más rápido, pero no ha sido así. Tengo dos denuncias por agresiones de este señor y se ha presentado la policía cinco veces y me han dicho que no puede hacer nada. La jueza me dice que vaya a televisión porque no le ha gustado que vaya difundiendo esto”.
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