La hermana de la mujer que murió de cáncer sin recibir cita presencial: "Sólo le atendían por teléfono"
Sonia falleció por un cáncer de colón con metastasis el pasado 13 de agosto
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La historia de la familia Sainz-Maza ha salido a la luz después de la hermana de Sonia Sainz-Maza, publicase una columna de opinión en El Correo de Burgos, donde ha denunciado que su hermana, vecina de la localidad de Espinosa de los Monteros de tan solo 48 años, ha fallecido por un cáncer de colon tras haber estado meses quejándose de fuertes dolores a sus médicos, que en ningún momento dieron importancia al caso.
Su hermana Lydia ha querido explicar su historia en TRECE TV, donde ha aprovechado para denunciar la presión que hay sobre los hospitales por causa de la covid-19 y la falta de atención presencial, algo que considera clave en el tratamiento de los pacientes. "Todo esto no se puede ver por teléfono el deterioro físico de las personas, hay que sentarse frente a las personas, hay que tocar las personas que queremos curar y esto no se ha producido en tres meses", ha explicado en 'El Cascabel' este martes.
Además, ha advertido de que la analítica que se le hizo a escasas semanas de fallecer la pidió ella, ya que si no Sonia se muere sin saber de dónde provenían esos dolores que había manifestado en más de una vez y que le impedían realizar cualquier actividad cotidiana. "Mi hermana lo que tenía derecho es a una atención de calidad y no la recibió durante tres meses", ha explicado Lydia.
La historia de Sonia Sainz-Maza
La primera llamada que hace Sonia, vecina de Espinosa de los Monteros (Burgos), a su médico de cabecera tiene lugar a mediados de abril, en medio de la primera oleada por la covid-19, en la que alertaba a su facultativo que había comenzado a sufrir graves dolores en la ingle y una pérdida de peso repentina. La medicación que le recetó, sin embargo, no le sentó bien y comenzó a tener problemas para realizar ciertos ejercicios físicos. Ya en junio, con el inicio del desconfinamiento, consiguió una cita con un médico especialista en el Hospital Universitario de Burgos, donde le dieron cita con un rehabilitador para marzo del año que viene. Su diagnóstico en todo momento fue el que consideró su médico de cabecera por teléfono: lumbcitalgia.
Tras la visita al hospital médico de Burgos, los dolores de Sonia, de tan solo 48 años, no cedieron y siempre se remitían al primer diagnóstico médico. Tras varias insistencias, finalmente el médico de cabecera aceptó realizarle una analítica en julio. Los resultados, según apuntaba el doctor, indicaban que necesitaba una transfusión de sangre urgente y que por ende, necesitaba acudir al hospital. En ese mismo hospital Sonia falleció el 13 de agosto tras haberle detectado un cáncer de colon con metástasis.