Los historiadores critican el "desconocimiento de los políticos" ante la polémica de las calles de Palma
El hijo de Gabriel Rabassa y las historiadoras María y Laura Lara hablan en 'El Cascabel' sobre la polémica retirada de nombres de calles realizada por el Ayuntamiento de Palma
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La indignación crece entre los vecinos de Palma de Mallorca. El Ayuntamiento de la capital balear ha retirado las placas de doce calles en total, en concreto, tres de ellas que pertenecen a almirantes del siglo XIX. Las explicaciones que ha dado esta administración se basan en que se trataban de personajes “franquistas”.
De hecho, el alcalde, José Hila, señalaba en su Twitter que “cambiamos el nombre de 12 calles por su origen franquista en cumplimiento de la Ley de Memoria y Reconocimiento Democrático del Gobierno Balear. Estamos convencidos de que eliminar símbolos fascistas del espacio público es avanzar en democracia. No olvidamos. En Palma, justicia y reparación”.
Ante estas declaraciones, figuras como el escritor Arturo Pérez-Reverte, han respondido que dichos nombres no son franquistas, y es que otra calle como la de “Toledo”, también ha sido retirada sin motivo objetivo aparente. Pero también se ha eliminado la calle de Gabriel Rabassa, quien fue un reconocido empresario y uno de los fundadores de la Universidad de Baleares. Su hijo, Bernardo Rabassa, ha atendido a ‘El Cascabel’ de TRECE para explicar la situación y mostrar su indignación: “Esto es intentar atribuir a mi padre una culpa que no tenía. Fue una persona dedicada a su profesión y a su trabajo”.
Bernardo Rabassa ha afirmado que “mi familia y yo estamos recibiendo mucho apoyo por Twitter, WhatsApp y cartas. Esto es algo absolutamente humillante, ni nos han dirigido la palabra, han retirado la placa y han acusado a mi padre de ser franquista. No pueden acusarnos de nada que tenga relación con la dictadura”.
Historiadoras hablan sobre los ‘patinazos’ históricos cometidos por el Ayuntamiento de Palma
María y Laura Lara Martínez, historiadoras, también han analizado esta situación en ‘El Cascabel’: “Estamos convencidas de que se junta el desconocimiento sobre la historia de los políticos y que intentan hablar de ella y utilizarla. También está el juicio anacrónico al que se intenta someter al pasado. Estos personajes, solo porque eligieran ponerle sus nombres a unos barcos durante la Guerra Civil, les quieran quitar la calle”.
Además, las historiadoras dan con una de las claves de esta polémica, y es que, explican, “los barcos de Churruca y Gravina estuvieron en manos republicanas. Se está borrando de la historia el siglo XIX y el siglo XX. Esto, para bien o para mal, tiene que esta en los libros de historia para que no vuelva a repetirse. Si no, los libros de historia van a convertirse en un cuaderno del que se arrancan hojas porque el político de turno es de otra ideología”.
“Los libros de historia van a convertirse en un cuaderno del que se arrancan hojas porque el político de turno es de otra ideología”
María y Laura añaden que “Eisenhower decía que la política debería ser la profesión a tiempo parcial de todo ciudadano. Ahora nos damos cuenta de que la ciudadanía tiene un sentido de la lógica mucho más desarrollado que muchos políticos” y señalan que “en España hay un gran complejo que los políticos españoles desarrollan hacia su legado histórico”.