Las víctimas del volcán de La Palma denuncian el abandono que sufren: "Lo peor vino cuando se apagó el volcán"
Fátima Ramos, vecina de Todoque y víctima del volcán, ha estado en 'El Cascabel' de TRECE para explicar cómo están las cosas un año después desde que estalló el volcán en La Palma
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cumplido un año desde que estalló el volcán en La Palma y nueve meses desde que se apagó, casi 200 afectados siguen viviendo en hoteles porque no tienen otro lugar donde alojarse y los sectores que mueven la economía palmera, la agricultura y el turismo aún debaten cómo podrán recuperarse.
Fátima Ramos, vecina de Todoque y víctima del volcán, ha estado en ‘El Cascabel’ de TRECE para explicar cómo están las cosas un año después: “Yo perdí todo. Todos mis recuerdos, mi propiedad de 1.500 metros cuadrados que se quedó debajo de 35 metros de lava. Mi familia también perdió sus viviendas. El barrio desapareció por completo”. Fátima, desde entonces, vive en Tazacorte en la casa de su suegro y mantiene su puesto de trabajo como administrativa en una empaquetadora de plátano.
Un año después, ¿se han cumplido las promesas del Gobierno?: “Cuando los políticos nos visitaban tanto decían que no habría problemas por el dinero y sí que ha habido problema. Todavía estamos a la espera de un etcétera de ayudas. Todo ha ido a cuentagotas”, explica Fátima, que agradece, sobre todo, las donaciones: “Doy gracias a personas desinteresadas que han echado una mano. Las donaciones de las personas anónimas”.
Por otra parte, Fátima ha recibido la ayuda del Estado, pero es insuficiente y no sirve para recuperar su vida: “La ayuda me ha llegado, pero con 60.000 euros no puedo recuperar mi propiedad que estuve ocho años construyéndola. Yo sé que no voy a poder recuperar lo que tenía exactamente igual, pero que cumplan lo prometido. Nos han dejado solos completamente. No hay planificación y es injusto cuando es una catástrofe que no se ha vivido en 100 años, algo igual en Europa. Mi suelo no lo puedo volver a recuperar, esto no es una inundación o un incendio”.
“Hay que vivirlo y sentirlo para saberlo. Me he quedado con lo puesto y a día de hoy no te dan respuesta. El volcán vino y fue desastroso, pero cuando se apagó el volcán ha sido mucho peor, lo peor vino después. Hemos muerto en vida, las víctimas son posteriores al volcán”, sentencia Fátima.