El silencio de Podemos ante la Okupación en Vallecas: "No han querido sentarse para buscar una solución"
Un equipo de TRECE se ha desplazado hasta el barrio de Vallecas para contar el testimonio de los vecinos que sufren a diario la okupación
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Desde 'El Cascabel' de TRECE se han desplazado a un punto conflictivo de Madrid amenzado por la okupación donde han podido hablar con un vecino que les ha explicado la difícil situación que viven día a día.
Blas vive en una vivienda unifamiliar en el madrileño barrio de Vallecas y casi todos sus vecinos son okupas. Explica que viven "multitud de altercados entre muchos vecinos con el clan de okupas de la zona". Y cuenta uno que le implica directamente, en el cual se encontró un coche aparcado en su garaje, les pidió que no lo dejaran ahí por la noche y como respuesta recibió insultos que acabaron con una intervención policial. Denunció los hechos y la multa fue inferior a 100 euros.
"Drogas, peleas, suciedad, ruido. Saltarse cualquier tipo de norma, es su manera de proceder. Si no fuera así no tendríamos los problemas que tenemos", explica Blas ante la situación vivida día a día en el barrio. "Somos multitud de vecinos los que llamamos a la Policía a diario y nos dicen casi siempre que no hay efectivos suficientes o que este asunto no es prioritario, entonces no vienen", apunta.
Ante el planteamiento de irse a vivir a otro sitio, el vecino explica, "me encantaría, como a muchos de mis vecinos, el problema es que esto es un barrio obrero y humilde donde buena parte de nuestro capital lo tenemos invertido en nuestra vivienda. El precio más barato de Madrid lo tienes en esta zona".
Blas pertenece a una asociación contra la okupación y apunta que realizarán tantas convocatorias como sea necesario hasta que les escuchen. "Todos los partidos, excepto Podemos, nos han permitido sentarnos y hemos encontrado mayor o menor camino de diálogo pero lo que necesitamos son soluciones", cuenta.
Respecto a los propietarios de las casas okupadas, Blas cuenta que "no le gustaría enfocarlo como un problema policial, que también. Pero aquí fallan prácticamente todas las piezas. Los propietarios son principalmente grandes tenedores, se despreocupan, se desentienden de esas viviendas a pesar de que el resto venimos insistiendo en que deben atender a los que viven dentro, sean okupas o no".
"En los casos en los que conseguimos que denuncien, que son pocos, pasa a la judicatura, donde empieza un proceso de unos dos años. Con una permuta de okupas empieza otra vez el contador cuando pasan estos dos años. Hay mafias, están coordinados, ahora la última moda es que cuando acceden a irse por algún movimiento judicial se ha instaurado la mordida, que supone que les tienes que dar 3.000, 4.000 o 5.000 euros para que se vayan, lo cual incentiva la okupación", explica ante la difícil situación.
"Luego llegamos al tema de la policía que o no tienen efectivos, o no tienen ganas o la ley no les encaja, que es en parte de todo un poco. Yo entiendo que es complicado venir", concluye.