El testimonio de una monja misionera tras cinco años secuestrada por yihadistas: "Nunca renuncié a mi fe"
Este domingo se celebra la campaña del Domund 2022 para apoyar a misioneros como la hermana Gloria Cecilia Narváez que dedican sus vidas a ayudar a los más necesitados
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Este domingo se celebra la campaña del Domund 2022 con el lema “seréis mis testigos”. Una campaña dedicada a todos los misioneros que trabajan por los más necesitados en todo el mundo. Una de ellas es la hermana Gloria Cecilia Narváez, monja misionera. Llevó su solidaridad a Ecuador, México y Malí. En 2017, en Mali, su vida cambió cuando cuatro hombres armados entraron en su casa, donde vivía con otras hermanas, buscando dinero y un rehén. Ella se ofreció como voluntaria y allí comenzaron cinco años de cautiverio en los que no dejó de rezar, incluso para sus captores.
La hermana Gloria Cecilia relataba en ‘El Cascabel’ de TRECE cómo lo vivió: “En ese tiempo nos estábamos dando cuenta que había mucha persecución. Éramos la única congregación que estaba en una aldea, completamente solas. Ese día entraron cuatro hombres y querían llevarse a una de las hermanas y dije que me llevaran a mí porque yo era la responsable y ellas eran muy jóvenes, estaban comenzando. Estos casi cinco años de secuestro los viví con mucha fe. Con la escucha de Dios, con el silencio… Ante las amenazas yo pensaba en lo que San Francisco de Asís decía: “si te azotan bendícelos” y yo bendecía a los yihadistas y pedía que Dios cambiara sus corazones”.
Junto a la hermana Gloria Cecilia se encontraban otras tres mujeres y, en su caso, pedían por su liberación el poder hablar con el presidente de Mali, además de su conversión al islam, algo que no consiguieron: “Nunca renunciaría a mi fe”
¿Qué tienen los misioneros que, a pesar de vivir conflictos, continúan en esos lugares?: “La misión en África me humanizó, vi a niños y mujeres morir. Nosotros nos apasionamos por anunciar el evangelio y vivirlo y eso se vive cuando se toca el sufrimiento de los demás. Dios nos hace vivir esa humanidad”, explica la hermana. Todo un ejemplo de entrega a los más necesitados, incluso anteponiendo la vida del prójimo a la tuya propia.