El tío del menor asesinado en Lardero, en TRECE: "Creo que se lo llevó directamente agarrado del cuello"
Gonzalo Martín, tío del pequeño Álex de 9 años, ha estado en 'El Cascabel' de TRECE para apuntar que el crimen "podría haberse evitado"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El ‘El Cascabel’ de TRECE hemos hablado con Gonzalo Martín, tío del menor asesinado en la localidad riojana de Lardero. Hoy se celebraba en una concentración en solidaridad con los familiares y apuntaban que se podía haber evitado: “Creo que se podría haber evitado fácilmente porque este hombre ya tenía dos denuncias de las madres de dos niños y parece que se han quedado en saco roto. Este señor disfruta de 39 permisos penitenciarios y creo que tenía que haber habido un mayor control de esta persona para evitar este crimen. Estoy convencido de que se podía haber evitado”.
El presunto asesino, Francisco Javier Almeida, ha vuelto a dormir en la cárcel. Ya está en prisión, 571 días después, de donde salió en libertad condicional en abril del año 2020, sin liquidar la condena por otro asesinato, el de una agente inmobiliaria. “Creo que este señor no tiene nada de reinsertado. Su intención es de seguir haciendo daño y dejar un reguero de sangre por donde pase. Este señor no se va a reinsertar en la vida, para él no existe esa palabra. No puede estar suelto y a las pruebas me remito, ha acabado con la vida de mi sobrino”, apuntaba Gonzalo.
El pequeño Álex se encontraba en un parque infantil donde, varios vecinos, ya le habían visto merodear días antes: “Me consta que una madre había ido a la Guardia Civil y realizó una denuncia formal entre una semana y 15 días antes. Le enseñó a una niña unos pajaritos e intentó secuestrar a una de las niñas”.
Una de las teorías apuntaba a que podría haber engañado al pequeño con la excusa de enseñarse un perro, pero no parece que encaje con la realidad: “No. De pequeño ha habido perros cercanos a él, pero nunca se acercaba. El crío va creciendo, tiene 9 años, y no creo que esa haya sido la excusa. Tengo otra versión, que lo cogió por el cuello y se lo llevó y el crío, poco a poco, se fue asfixiando. Es mi opinión personal”.
Gonzalo describe lo poco que saben de lo acontecido, ya que ningún adulto presenció la escena: “Estaba con una niña de 4 años, y sus padres no estaban, pero le habían marcado a esa niña una línea que no podía cruzar y vio cómo, supuestamente, se lo llevaban. De donde estaban, a donde lo llevó no hay más de 25 metros. Para mí se lo llevó directamente del cuello”, describe el tío del menor. “Empezaron a buscar por otro lado, pero, en cuestión de 40 minutos dieron con el piso. Gracias a Dios que dieron con el asesino porque si no lo llegan a encontrar estoy convencido de que se lo lleva y nos tiramos toda la vida sin saber dónde está nuestro Álex”.
El pequeño Álex no era hijo único, tenía un hermano menor de 6 años de edad: “Tiene un hermano al que estaba muy unido. Su hermanito, sin Álex, no es nada. Tiene 6 años y el golpe para su hermano es terrorífico. Pregunta dónde está su hermanito y está en el cielo, según él, y lo va asimilando muy poco a poco”.
El vecindario de Lardero está consternado, pero también todos aquellos padres con hijos de edades similares que acuden a parques infantiles a disfrutar con sus hijos: “Este señor no tendría que haber estado en la calle y gracias a Dios está en la cárcel. Cuando salga saldrá con 70 años, pero, ¿quién me dice que cuando salga no viene a por mí? Este señor disfruta matando y hoy me ha tocado a mí con mi sobrino, pero los españoles tenemos derecho a salir a la calle sin tener que tener miedo a la persona que tenemos al lado. Los niños que están en el parque tienen que salir a jugar. En el parque donde ha aparecido muerto mi sobrino no hay ni un niño porque los padres tienen el corazón en un puño. Tienen miedo y con razón”.
Gonzalo finaliza con un llamamiento: “Es un barrio de vecinos jóvenes, con proyectos de futuro, pero, ¿qué proyecto de futuro voy a tener en ese barrio y en toda España entera? Con ese tipo de gente los hijos no están seguros en ningún lado. Dese aquí hago un llamamiento a los padres que no dejen a los hijos ni un minuto. Unos padres dedicados plenamente al cuidado de sus hijos, para un día que lo dejan un minuto solo, lo matan”.