Victoria Camps, sobre las medidas para frenar el covid: “Solo funciona la restricción de la libertad"
La filósofa y Consejera Permanente de Estado, Victoria Camps, es experta en Virtudes Públicas y responsabilidades
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A lo largo de este tiempo, está surgiendo un conflicto o un debate entre responsabilidad individual y el papel del Estado, de si son necesarios los confinamientos estrictos o basta con confiar en el buen comportamiento de los ciudadanos. La realidad nos ha demostrado que, en países donde las medidas han sido más laxas, la pandemia ha terminado impactando con mucha dureza después, pero dejar todo el control en manos del Estado, nos lleva casi a épocas decimonónicas.
Para responder a este conflicto, ‘Encuentros para una nueva era’ habla con Victoria Camps, filósofa y Consejera Permanente de Estado, que ha escrito mucho sobre Virtudes Públicas y responsabilidades.
Respecto al papel del Estado con la limitación de las libertades, Victoria Camps explica que “el estado ha actuado bien en España. Al principio, si nos comparábamos con Suecia, yo misma dije que me gustaría vivir allí donde se me recomendara quedarme en casa, pero no se impusiera. Pero no ha funcionado ni siquiera allí. Las medidas restrictivas de la libertad son las que funcionan, mientras no estemos vacunados o no tengamos forma de hacer frente al contagio que no sea esa tan primaria y elemental. Pueden parecer medidas desproporcionadas, pero son las únicas efectivas para procurar que la curva no se dispare y, aun así, estamos ya en la tercera ola”.
“Los movimientos que ha habido en contra de la restricción de la libertad han sido muy ideológicos y de ultraderecha. Nos tiene que hacer pensar, parece que la extrema derecha la define la libertad”.
Con respecto al control de las emociones durante una situación tan complicada como la vivida con la pandemia de la covid, Victoria Camps asegura que “desde la modernidad, el sentimiento, la emoción y la pasión ha estado desprestigiado desde el pensamiento moral que ha sido muy racionalista. Creo que hay que insistir en la necesidad de gobernar las emociones. A raíz de las últimas dos crisis, parece que las emociones son lo único que cuentan. Los medios de comunicación tienen que apelar a ellas porque hacen un servicio asistencial. Un ser maduro que piensa por sí mismo debe aprender a gobernar las emociones. ¿Qué ha pasado con el miedo en la pandemia? ¿Nos hemos dejado llevar excesivamente o ha sido necesario para respetar las normas?”.
Otro punto tratado durante el debate ha sido la investigación científica que permite manipular genéticamente seres humanos antes de su nacimiento, aumentar la producción de especies animales y vegetales para el consumo humano, crear una inteligencia artificial que supla en muchos casos el trabajo del hombre. Y, sin embargo, no sabemos cómo frenar un virus de estas características. ¿Nos hará más conscientes de nuestra vulnerabilidad o se impondrá el negacionismo que es, al fin y al cabo, una forma de protegernos de lo que nos amenaza? Ante esta cuestión, Victoria Camps considera que “con la pandemia nos hemos dado cuenta de lo vulnerable y frágiles que somos. El transhumanismo, que proyecta ir más allá de la humanidad, ha quedado bastante tocado, pero no sé si volveremos a él”.