La lección del periodista Fernando de Haro tras haber estado retenido por Hezbolá en el Líbano: "No hay reglas del juego"

El director de La Mañana de Fin de Semana en COPE relata por qué fue detenido mientras se encontraba grabando un documental y el navegador del coche les llevó dos veces por la misma zona

La lección del periodista Fernando de Haro tras haber estado retenido por Hezbolá en el Líbano: "No hay reglas del juego"
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TRECE


Redacción TRECE

Publicado el - Actualizado

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Fernando de Haro, periodista de COPE, horas después de ser liberado de la retención de Hezbolá y el Servicio de Seguridad del Estado libanés, hace ya unas semanas, relataba lo que le acababa de suceder desde una zona controlada por Hezbolá, donde miles de familias y civiles viven las consecuencias del fuego cruzado con Israel en los últimos meses.

“Yo estaba grabando un documental. Estaba en el Líbano, el Líbano es un país que ha estado en guerra con Israel septiembre y octubre, ahora mismo hay un alto el fuego, la guerra no ha terminado, de hecho, en la zona de la frontera sur del Líbano, norte de Israel, sigue habiendo en algunos momentos fuego entre Israel y Hezbolá”, contextualizaba Fernando. El periodista había acudido al Líbano a grabar un documental sobre en qué situación quedan los cristianos después de esta guerra, porque esa guerra está cambiando mucho el país.

Destrucción en la ciudad de Tiro, en el sur del Líbano, que ha sido bombardeada por ataques aéreos israelíes

CONTACTO vía Europa Press


“Nos estaban controlando en todo momento”

Fernando de Haro cuenta, en 'La Gran Pregunta' de TRECE, cómo sucedieron los hechos: “Yo esa mañana dormí en un hotel absolutamente normal en Beirut y cogí un coche porque íbamos a ir a un colegio, una historia muy bonita, un colegio cristiano que acogió a muchos chiitas que se habían quedado sin casa porque se había bombardeado por Israel. Entonces, al cruzar ese barrio, y a 10 minutos del hotel donde estaba, que es un hotel, pues estás en un entorno que parecería casi occidental, no digo que es occidental, pero entras en otro mundo en 10 minutos, que es el mundo que ha sufrido muy directamente la guerra, tienes muchas casas bombardeadas, tienes un gran deterioro de las calles, y tienes encima de tu cabeza el dron israelí, o sea, Israel sigue controlando desde el aire esos territorios, y ahí se vive una gran tensión porque muchos piensan que en cualquier momento se va a producir un bombardeo”.

Fernando de Haro en Líbano

Fernando de Haro en Líbano

En este escenario que describe Fernando, él y sus acompañantes se dirigían a un colegio en coche y, de camino, pensaron en grabar algunas imágenes con mucha discreción para no llamar la atención: “Desde el coche grabamos una calle y nos equivocamos con el navegador con Google y volvimos a pasar por el mismo sitio dos veces, y resulta que grabamos dos veces en la misma esquina. Nos detuvo un miliciano”. A pesar de tratarse de una cámara más pequeña que un teléfono móvil, les estaban vigilando: “Esta es una cosa muy importante. En las zonas que controla Hezbolá, tienen permanentemente gente en todo sitio, los milicianos de Hezbolá, con sus motos, te van controlando en todo momento. Entonces, tuvimos la mala fortuna de que nos viesen la cámara, que la cámara que llevamos para las zonas sensibles es muy pequeñita”.

12 horas retenidos sin poder comunicarse

Les detuvieron, cogieron la cámara y vieron que había dos veces grabada la misma esquina. “Pensaron que podíamos ser espías israelíes o yo todavía no he sabido por qué exactamente nos detuvieron. Ellos decían que tenían que controlar, que éramos espías israelíes. Y también puede ser porque ellos estaban amedrentando a la prensa internacional para que nos tuviera allí, porque luego, en las comisarías en las que estuvimos, me encontré a varios personajes que trabajaban con periodistas internacionales y les habían hecho lo mismo. O sea, que probablemente era una forma de amedrentar”. A partir de este momento estuvieron retenidos y pasaron a una comisaría de Hezbolá, donde les realizaron un primer interrogatorio. “Lo primero que te hacen es que te quitan el pasaporte, te quitan el teléfono móvil, para ir al baño tienes que ir acompañado, luego te quitan el cinturón... Mi obsesión en ese momento, porque ya me ha pasado otras veces, era... Estamos aquí, vamos a perder la cámara, vamos a perder el material, todo el esfuerzo que hemos hecho no va a servir para nada. O sea, ya cuando va pasando el tiempo, sobre todo como te quitan el teléfono, no puedo ponerme en contacto con la embajada, porque en esos casos lo que normalmente se hace es comunicar a la embajada”.

“No estamos en un Estado de derecho clásico, ahí no se sabe bien quién está al mando. ¿Cómo en un barrio de una ciudad como Beirut no hay policía del Estado libanés? Es que no está clara la frontera entre el Estado libanés y Hezbolá. Eso me ha ayudado a mí a entender mucho esta guerra y este conflicto, es decir, no es un país contra otro país, es que dentro de Líbano hay muchas milicias que controlan zonas y territorios”, puntualiza. Pasadas 12 horas desde la detención les dejaron en libertad, aunque les citaron cuatro días después para volver a la comisaría y realizar otros interrogatorios.

¿Derechos?: Aquí hay otras reglas del juego

“El Estado no sabemos lo que es. Con frecuencia decimos que el Estado está ausente. Puede estar más o menos ausente, pero no tiene nada que ver con un país como el Líbano, que es un país decisivo en Oriente Próximo, donde en realidad el Estado es tan débil, que hay zonas en las que no entra el ejército, no entra la policía, no hay Estado de derecho, no se cumple la ley, no tienes a nadie a quien invocar, porque tú imagínate a un miliciano, porque tú a un guardia municipal, si te detiene, hay unas reglas. Ahí no hay reglas y, sobre todo, el Estado está ausente de muchos sitios. Se aprende mucho sobre el valor de un Estado de derecho en una circunstancia así. Y, de hecho, el problema que tienes es que, como eres un ciudadano occidental, tu forma de pensar es que tú tienes una serie de derechos que se tienen que respetar. Tienes que estar luchando contra eso porque estás en otro sitio, que hay otras reglas de juego o no hay reglas de juego”.

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