Rodríguez Ibarra señala cuál es la preocupante diferencia entre el Partido Socialista y el PSOE actual: "Acato la Constitución, no al secretario general"

«Primero hay que pensar en España, segundo en el PSOE y tercero en cada uno de nosotros»: el expresidente extremeño del PSOE describe los principios y valores que se defendían en su partido

Rodríguez Ibarra señala cuál es la preocupante diferencia entre el Partido Socialista y el PSOE actual: "Acato la Constitución, no al secretario general"
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TRECE


Redacción TRECE

Publicado el - Actualizado

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Comenzó su relación con la política militando en una organización marxista-leinista, pero la falta de libertad de expresión fue lo que le llevó a optar por otro partido que, “efectivamente, era un partido dinámico y que ser progresista para ellos, en ese momento, significaba respetar la libertad de pensamiento y de opinión. Ese era el PSOE”, así relata Juan Carlos Rodríguez Ibarra, expresidente de la Junta de Extremadura, sus comienzos en política. “Esa fue una de las razones que me llevó a afiliarme a ese partido, entre otras cosas, además, porque conocí a Alfonso Guerra, Felipe González, y yo comulgaba más con su pensamiento y sus ideas, que las que tenía el Partido Comunista, que, en aquel tiempo, era el partido que llamaba la atención a todo aquel que estaba contra la dictadura de Franco”.

Juan Carlos Rodríguez Ibarra

Flores


Su vocación nunca ha sido formar parte activa de la política como profesional, simplemente comenzó a militar con el fin de terminar con el régimen: “Entré en política, pero simplemente para matar al toro, en el sentido menos literal del término, para terminar con la dictadura. Y una vez que terminara, yo me iba para mi casa, y me iba a mi profesión y a mi vocación”, que es la docencia. Pero esto se complicó cuando llegaron las elecciones del 77 y Alfonso Guerra le metió como número 3 por las listas de Badajoz pensando que no saldría: “No sé si me engañó o se equivocó. Fui de número 3 para rellenar la lista. Ya estaba la dictadura finiquitada, yo quería estar en la universidad. Pero tuve la mala suerte de salir elegido, fui de número 3. Y la siguiente ya era de número 1. Y así, así, así, hasta 30 años después”.

Evolución del Partido Socialista

Juan Carlos recuerda las palabras de Ramón Rubial, expresidente del Partido Socialista: “Siempre nos decía, «primero hay que pensar en España, segundo en el PSOE y tercero en cada uno de nosotros» . Es más, decía, «si alguno de nosotros pide algo, no se le va a dar». Entonces, no había primarias, porque si uno se presenta a las primarias porque quiere ser, y Ramón Rubial decía, «el que quiera ser, no es» . Y además no puede protestar porque ha habido muchos compañeros que han muerto y han pagado con su vida sin tener ningún cargo público ni orgánico, simplemente por militar en el partido”. Partiendo de esta premisa, confiesa el expresidente extremeño, siempre ha habido un cierto hiperliderazgo en la figura del secretario general del PSOE, pero ese hiperliderazgo, aclara, “estaba controlado y estaba mediatizado por órganos intermedios. Una ejecutiva, había un comité federal donde había siempre un 25% en contra de la dirección del partido, había congresos federales donde estaba prohibido hablar bien de la dirección del partido y los demás salíamos a pedirle explicaciones”.

Juan Carlos Rodríguez Ibarra

MARISA NUÑEZ


De esta forma, analiza Rodríguez Ibarra, la principal diferencia que advierte entre el Partido Socialista y el PSOE actual es que no hay órganos intermedios poderosos y fuertes para mediatizar la labor del secretario general. “Y a algunos, que nos acusan de deslealtad, yo siempre digo, yo soy leal a la Constitución. Y eso es lo que he jurado y he prometido. Yo prometo acatar la Constitución, no al secretario general. Al secretario general lo puedo criticar y puedo estar de acuerdo con él o en contra de lo que dice. Porque soy libre, soy ciudadano y milito en un partido que debe defender la libertad de expresión”, sentencia mientras parafraseaba a Rosa Luxemburgo, teórica marxista, entre otros: “En un partido donde solo impere la voluntad del líder, eso no es una democracia, es una dictadura. Distinta de las del proletariado, pero sigue siendo una dictadura. Y el otro día, me acordé de una frase que he leído que decía, en un sitio donde prime solamente la decisión de uno, la estupidez rodea a ese uno. Porque si no son estúpidos los que les rodean, no pueden tener siempre la razón uno”.

¿Hay alguna posibilidad de volver a ese socialismo más clásico?

El expresidente socialista extremeño defiende que la única forma de que el PSOE regrese al socialismo más clásico y tradicional es volviendo al bipartidismo: “Yo creo que el partido tiene que recuperar su vocación de partido mayoritario, para llevar adelante un proyecto político que satisfaga a la mayoría de la ciudadanía española. El estar en esa situación de que me apoyo en uno, me apoyo en otro, es cavar una zanja y volver otra vez a las dos Españas y a mí no me gusta. El bipartidismo que había anteriormente tenía una característica que se ha perdido ahora, es que se reconocía al contrario, se reconocía su capacidad y su buen hacer, solo que quería ganarles, y viceversa, yo creo que el partido que estaba en la oposición a nosotros nos reconocía como gobierno y nos reconocía como partido, ahora no se reconocen, es más, no solamente no es que se reconozcan, es que se insultan, es que se difaman”.

Y termina con una reflexión interesante: “Si usted no reconoce al contrario, es bastante difícil que lo pueda considerar un colaborador para los temas importantes de Estado, y si usted al contrario lo considera un enemigo, en la guerra a los enemigos se les mata, y eso es lo que creo que está pasando en España ahora, que tenemos enemigos en ambas partes y lo que están es intentando matarse, y así no vamos a ningún sitio en beneficio del país”.

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